Telescopio ubicado en Chile capta el nacimiento de planetas rocosos en una estrella similar al Sol joven


El hallazgo sin precedentes revela los primeros pasos de formación planetaria, ofreciendo pistas sobre el origen de nuestro sistema solar.
Un equipo internacional de astrónomos detectó los primeros indicios de formación de planetas rocosos alrededor de una estrella bebé similar al Sol, ubicada a 1.370 años luz de la Tierra. Las observaciones, realizadas con el Telescopio Espacial James Webb y el observatorio ALMA en Chile, mostraron partículas sólidas condensándose en el disco protoplanetario de la estrella HOPS-315, que apenas tiene entre 100.000 y 200.000 años.
Un vistazo al "tiempo cero" de la formación planetaria
Melissa McClure, astrónoma del Observatorio de Leiden y líder del estudio publicado en Nature, explicó que el descubrimiento marcó la primera evidencia directa de minerales calientes condensándose, un proceso clave en la creación de mundos rocosos como la Tierra. El equipo identificó monóxido de silicio y silicatos cristalinos, los mismos materiales que formaron los bloques iniciales de nuestro sistema solar hace más de 4.500 millones de años.
"Esta región activa es comparable al cinturón de asteroides en nuestro sistema solar", señaló McClure. La estrella, observada en una inclinación favorable desde la Tierra, mostró una brecha en su disco que permitió estudiar su interior. Fred Ciesla, experto de la Universidad de Chicago no involucrado en la investigación, calificó el hallazgo como "algo que los astrónomos esperaban desde hace décadas", según reportó The Guardian.
El estudio confirmó que el proceso de condensación mineral no es exclusivo de nuestro sistema solar, sino una fase común en la formación de planetas. Merel van ’t Hoff, coautora de la Universidad Purdue, destacó que futuras observaciones ayudarían a determinar qué tan frecuentes son los planetas similares a la Tierra en el universo.
Aunque aún es imposible predecir cuántos planetas surgirán alrededor de HOPS-315, su disco de gas tiene un tamaño comparable al que tuvo el Sol en su juventud, lo que sugiere un potencial similar al de nuestro sistema. Las imágenes de ALMA mostraron el sistema emergente como un punto brillante en el vacío cósmico, una instantánea única de los albores de nuevos mundos.