Un agujero negro supermasivo podría colisionar con la Vía Láctea más pronto de lo que pensábamos
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Científicos detectan señales de un agujero negro oculto en la Gran Nube de Magallanes, que eventualmente chocará con nuestra galaxia, revelando nuevos datos sobre el crecimiento de estos monstruos cósmicos.
Un equipo de astrónomos liderado por el astrofísico Jiwon Jesse Han ha identificado indicios de un agujero negro supermasivo en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia enana que orbita la Vía Láctea. Con una masa estimada de 600.000 veces la del Sol, este objeto podría ayudar a entender cómo los agujeros negros crecen desde masas estelares hasta convertirse en gigantes de millones o miles de millones de masas solares.
“Este agujero negro parece estar en un rango de masa poco común, lo que lo convierte en un objetivo fascinante para estudiar”, explicó Han, según reportó ScienceAlert. El hallazgo, basado en datos del telescopio espacial Gaia, sugiere que nueve estrellas de alta velocidad fueron expulsadas desde la Gran Nube de Magallanes por la influencia gravitacional de este agujero negro.
Una colisión cósmica inevitable
La Gran Nube de Magallanes se acerca lentamente a la Vía Láctea y, según estimaciones, colisionará con nuestra galaxia en unos 2.000 millones de años. Cuando esto ocurra, el agujero negro supermasivo de la galaxia enana se fusionará con Sagitario A*, el agujero negro central de la Vía Láctea, formando un objeto aún más masivo.
Este proceso no solo sería un evento espectacular, sino que también arrojaría luz sobre cómo los agujeros negros supermasivos crecen a través de fusiones. Aunque la humanidad no presenciará este fenómeno, su estudio podría revelar secretos clave sobre la evolución de las galaxias.
El equipo espera que futuras investigaciones confirmen la existencia y las propiedades de este agujero negro, cuyo descubrimiento está disponible en arXiv y ha sido enviado a The Astrophysical Journal.