Un mega-El Niño habría jugado provocó la extinción masiva más grande de la historia ¿Se podría repetir este fenómeno?

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José Ferrada 13-09-2024
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Un nuevo estudio sugiere que un fenómeno climático extremo, similar al actual El Niño, pero mucho más prolongado e intenso, contribuyó a la Gran Mortandad hace 252 millones de años, que aniquiló al 90% de la vida en la Tierra.


(CNN) - Hace aproximadamente 252 millones de años, la Tierra vivió el mayor evento de extinción masiva registrado, conocido como la Gran Mortandad. Este cataclismo acabó con más del 90% de la vida en el planeta, superando incluso al evento que eliminó a los dinosaurios.

Hasta ahora, la explicación más aceptada para este fenómeno era el calentamiento global provocado por la intensa actividad volcánica en las Trampas Siberianas, una vasta región que hoy es parte de Rusia. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Science propone que un mega-El Niño pudo haber sido el detonante final de la catástrofe.

Este fenómeno climático, mucho más severo que el El Niño actual, habría desatado condiciones extremas de calor, inundaciones y sequías prolongadas, exacerbando los efectos del cambio climático impulsado por el vulcanismo.

“Lo que mostramos es que fue una crisis de extinción impulsada por el clima. No fue solo el calentamiento, sino la manera en que el clima respondió”, explicó Paul Wignall, coautor del estudio y profesor de la Universidad de Leeds.

Un El Niño más intenso y prolongado

Utilizando modelos computacionales, el equipo de investigación reconstruyó el clima global al final del período Pérmico. Los resultados sugieren que, conforme aumentaban las temperaturas globales, los episodios de El Niño se volvían más intensos y prolongados, llegando a durar hasta 10 años.

Este fenómeno se habría originado en el océano Panthalásico, un cuerpo de agua gigantesco que cubría gran parte del planeta y podía retener mucho más calor que los océanos actuales.

Según Alex Farnsworth, investigador de la Universidad de Bristol y coautor del estudio, este mega-El Niño alternaba entre períodos de calor extremo e inundaciones masivas, provocando incendios forestales y cambios radicales en el hábitat que las especies no pudieron soportar.

“El vulcanismo fue un factor clave, pero no suficiente para explicar la magnitud de la catástrofe. Los mega-El Niño amplificaron su impacto”, añadió Wignall.

Impactos devastadores en tierra y océano

El estudio revela que las extinciones comenzaron en tierra firme antes de llegar a los océanos. Mientras los mares permanecían inicialmente protegidos del aumento de las temperaturas, las tierras emergidas fueron las primeras en experimentar los estragos.

Las especies que no pudieron adaptarse o migrar rápidamente sucumbieron ante el rápido cambio climático.

El mega-El Niño también eliminó gran parte de la vegetación tropical, reduciendo la capacidad de la Tierra para absorber dióxido de carbono, lo que agravó el calentamiento.

"Perdimos todos los árboles en ese momento. Durante el Triásico temprano, nada crecía más alto que las rodillas”, indicó Wignall.

Lecciones para la crisis climática actual

Los científicos señalan que la extinción del Pérmico podría ofrecer valiosas lecciones para comprender los desafíos climáticos actuales.

Aunque los eventos de El Niño actuales son menos intensos, el calentamiento global podría intensificar sus efectos en el futuro, poniendo en riesgo ecosistemas vitales como los arrecifes de coral y la vida marina.

Pese a las preocupaciones, Wignall destaca que el planeta en el Pérmico era radicalmente distinto, con un supercontinente y un océano gigante.

“No creo que nos acerquemos a esas condiciones otra vez, pero el Pérmico muestra cómo un planeta en calentamiento puede ser devastador para la vida”, concluyó.