Sugieren que los "hongos mágicos" podrían ayudar a tratar la dismorfia corporal
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Investigadores de la Universidad de Columbia descubren cómo la psilocibina, el componente de los "hongos mágicos", reorganiza los circuitos cerebrales, ayudando a mejorar los síntomas del trastorno dismórfico corporal.
El trastorno dismórfico corporal (TDC) es una enfermedad mental grave que afecta la vida de quienes lo padecen, caracterizándose por una obsesiva preocupación por defectos percibidos en la apariencia física.
Esta condición genera pensamientos intrusivos y comportamientos compulsivos que afectan significativamente la calidad de vida de los pacientes, muchos de los cuales no responden a los tratamientos convencionales.
Sin embargo, un reciente estudio dirigido por la Universidad de Columbia y publicado en Psychedelics, ha abierto una nueva puerta en el tratamiento del TDC al revelar el potencial de la psilocibina, un compuesto psicodélico presente en los "hongos mágicos".
El estudio investigó cómo una dosis única de 25 mg de psilocibina podría reorganizar los circuitos cerebrales en pacientes con TDC moderado a severo que no habían mostrado mejoras con las terapias actuales.
Ocho adultos participaron en este ensayo piloto, recibiendo la sustancia en un entorno controlado. Los investigadores utilizaron resonancia magnética funcional (fMRI) para observar el cerebro de los participantes antes y después del tratamiento, detectando importantes cambios en la conectividad cerebral.
Uno de los hallazgos más sorprendentes fue el aumento en la conectividad dentro de una red cerebral relacionada con las funciones ejecutivas, y entre esta red y otras involucradas en el procesamiento emocional y el pensamiento autorreferencial.
Los pacientes que experimentaron estos cambios mostraron una notable mejora en sus síntomas una semana después de la sesión con psilocibina.
Aunque el estudio es preliminar y pequeño, sin un grupo de control con placebo, los resultados sugieren que la psilocibina podría ayudar a reorganizar las redes cerebrales desreguladas en trastornos como el TDC, facilitando un pensamiento más flexible y adaptativo.
Los investigadores señalan la necesidad de estudios más amplios para confirmar estos resultados, pero el potencial de la psilocibina para tratar trastornos psiquiátricos sigue generando gran interés en el campo de la salud mental.