SpaceX obtiene luz verde para lanzar cohetes sobre santuario marino hawaiano pese a riesgos ecológicos


La FAA autorizó a Elon Musk quintuplicar los lanzamientos de cohetes Starship cuyos escombros podrían caer cerca de áreas protegidas con especies en peligro y sitios sagrados para los nativos hawaianos.
La Administración Federal de Aviación (FAA) aprobó en mayo que SpaceX aumente de 5 a 25 los lanzamientos anuales de sus cohetes Starship, cuyos restos podrían caer en aguas del monumento marino Papahānaumokuākea, patrimonio mundial de la Unesco. Esta reserva ecológica alberga 7,000 especies, muchas en peligro de extinción, y sitios sagrados para los hawaianos como la isla Mokumanamana.
"Nosotros, como nativos hawaianos, solo queremos una evaluación honesta del riesgo antes de que miles de piezas de cohetes caigan en nuestro mar sagrado", declaró William Aila, exdirector del consejo asesor del monumento. Según documentos oficiales, las agencias ambientales federales identificaron amenazas para ballenas, tortugas marinas y corales por explosiones sónicas, derrames de combustible y escombros metálicos.
Evaluaciones cuestionadas
La polémica crece porque la evaluación ambiental de 90 páginas que usó la FAA para aprobar los lanzamientos la redactó SpaceX, con solo cuatro funcionarios federales como "revisores independientes". Grupos ambientalistas demandaron a la FAA, alegando que violó la Ley de Política Ambiental Nacional al no realizar estudios más rigurosos.
"Estos documentos los preparó SpaceX y la FAA los aprobó como si fueran suyos", denunció Jill Heaps de la Surfrider Foundation, según reportó The Guardian. La FAA defendió su proceso, aunque finalmente estableció una zona de amortiguamiento de 50 millas alrededor del área protegida tras recibir más de 12,000 quejas.
El historial de SpaceX preocupa: 10 de sus pruebas con Starship terminaron en explosiones que esparcieron escombros desde Texas hasta México, donde fragmentos de cohetes dañaron nidos de tortugas en peligro. Musk restó importancia: "Si golpea una ballena, esa ballena se lo buscó. Las probabilidades son bajas".
Para las comunidades hawaianas, el permiso refleja una visión colonial del Pacífico como "espacio vacío". "Nuestros ancestros navegaron estas aguas guiados por las estrellas. No son un basurero para cohetes", afirmó Kau'inohea Wawae'iole, estudiante universitario en Hawái.
La aprobación coincidió con recortes del gobierno federal a agencias ambientales, lo que según críticos beneficia directamente los intereses de Musk, quien recibió $16 mil millones en contratos de la NASA. Mientras SpaceX avanza hacia Marte, el dilema persiste: cómo equilibrar la exploración espacial con la protección de ecosistemas únicos y culturas ancestrales.