Sedimentos oceánicos revelan rastro de cometa que desencadenó glaciación repentina


Microesférulas metálicas extraterrestres en la Bahía de Baffin respaldan la teoría del impacto cósmico que enfrió la Tierra hace 12.800 años, según estudio en PLOS One.
Polvo cósmico incrustado en sedimentos oceánicos cerca de Groenlandia aportó la primera evidencia física de un cometa que habría explotado en la atmósfera terrestre hace 12.800 años. Geocientíficos liderados por Christopher Moore (Universidad de Carolina del Sur) identificaron en cuatro núcleos marinos de la Bahía de Baffin partículas metálicas con firma química extraterrestre, vinculadas al controvertido evento Younger Dryas.
Este fenómeno explicaría el abrupto retorno a condiciones glaciares durante 1.200 años en pleno calentamiento posglacial. La teoría enfrentó décadas de escepticismo por la ausencia de cráteres. "Elegimos núcleos oceánicos laminados para evitar contaminación humana y preservar registros intactos", explicó Moore, según reportó Science Alert.
La huella química del cataclismo
Mediante espectrometría de masas de alta precisión, el equipo descubrió tres tipos de evidencias en sedimentos datados con radiocarbono: primero identificaron partículas de hierro con bajo oxígeno y alto níquel, compatibles con material cometario. Luego detectaron microesférulas ricas en hierro y sílice que mezclaban componentes terrestres y alienígenas, sugiriendo una explosión atmosférica masiva. Finalmente hallaron picos de platino e iridio, elementos clave en impactos cósmicos.
"Estos indicadores, replicados en continentes de ambos hemisferios, señalan un evento de impacto global", afirmó Moore. Los sedimentos coinciden temporalmente con el inicio de la glaciación repentina.
El estudio, publicado en PLOS One, ampliará análisis a otros fondos oceánicos. De confirmarse, resolvería uno de los mayores enigmas climáticos del Holoceno: cómo un evento sin cráter visible alteró drásticamente el clima terrestre.