¿Puedes bailar mejor que un animal? Ronan, la leona marina que sorprende al mundo científico con su ritmo

Imagen
José Ferrada 06-05-2025

Un estudio confirmó que esta especie marina tiene una habilidad excepcional para sincronizar movimientos con la música, superando incluso a estudiantes universitarios en pruebas de ritmo.


Ronan, una leona marina de California, demostró una capacidad rara en el reino animal: seguir el ritmo de la música con una precisión que supera a muchos humanos. Investigadores descubrieron que este mamífero marino, de 15 años, movía la cabeza al compás de canciones como Boogie Wonderland con mayor exactitud que estudiantes universitarios en pruebas de sincronización.


Peter Cook, neurocientífico del New College of Florida y líder del estudio, trabajó con Ronan durante una década en el Long Marine Laboratory de la Universidad de California en Santa Cruz. "Ella no solo mantiene el ritmo, sino que lo hace mejor que cuando era joven", afirmó Cook, según reportó The Guardian. Los resultados, publicados en Scientific Reports, desafiaron la creencia de que solo animales con habilidades vocales, como loros o primates, podían percibir ritmos musicales.


Una estrella que desafía la ciencia


En el experimento, Ronan escuchó patrones de percusión a tres velocidades distintas, dos de ellas desconocidas para ella. Mientras diez voluntarios humanos intentaron sincronizar sus movimientos, la leona marina los superó en todas las pruebas. "Ningún participante humano igualó su precisión", destacó Cook.


Hugo Merchant, neurobiólogo del Instituto de Neurobiología de México, explicó que este hallazgo "cuestiona teorías previas sobre qué especies pueden procesar el ritmo". Ronan, rescatada en su juventud y entrenada desde los tres años, se convirtió en un caso excepcional, comparable a Snowball, la cacatúa famosa por sus movimientos al ritmo de los Backstreet Boys.


Aunque los científicos planean estudiar más leones marinos, Ronan sigue como la principal referencia de musicalidad animal. Henkjan Honing, experto en cognición musical de la Universidad de Ámsterdam, la consideró "un ejemplo extraordinario de cómo el cerebro puede adaptarse a estímulos complejos".


Mientras la ciencia explora las implicaciones de este hallazgo, Ronan sigue moviéndose al ritmo, confirmando que el talento para la música no es exclusivo de los humanos.