Cómo la recreación de videos Robin Williams con IA reabre el debate sobre los límites éticos y artísticos de las nuevas tecnologías

Juan Andrés Galaz 08-10-2025

La reciente reacción de Zelda Williams, hija del recordado comediante, tras la aparición de videos generados por inteligencia artificial que imitan la voz y el rostro de su padre, ha reavivado la discusión sobre el uso de estas herramientas para recrear a figuras fallecidas.



El auge de la inteligencia artificial ha impulsado la creación de videos hiperrealistas de celebridades fallecidas, una tendencia que generó una fuerte reacción de Zelda Williams, hija del recordado comediante Robin Williams.


A través de Instagram, la actriz expresó su profundo rechazo a estas representaciones digitales, calificándolas como una invasión a la memoria y al legado de su padre. “No quiero ver ni entender estas creaciones”, escribió, señalando que tales videos deshumanizan el arte y reducen el trabajo de los artistas a “productos sin alma”.


El debate resurgió tras el lanzamiento de Sora 2, la nueva herramienta de OpenAI capaz de generar videos cortos tipo TikTok mediante IA. Aunque la empresa mantiene políticas que restringen el uso de figuras públicas, la ambigüedad respecto a personajes históricos ha permitido la difusión de clips con imágenes sintéticas de Michael Jackson, Stephen Hawking y Bob Ross, entre otros.


Zelda Williams advirtió además sobre una “cadena alimenticia digital”, en la que los consumidores aceptan pasivamente contenido generado por IA, alimentando un circuito de lucro y desinformación cultural.


No es la primera vez que la hija de Robin Williams se pronuncia sobre el tema. En 2023, apoyó la huelga de actores de Hollywood, que exigía proteger la voz y la imagen de los artistas ante el uso no consentido de la IA.


Su postura ha sido respaldada por Kelly Carlin, hija del humorista George Carlin, quien también ha denunciado la reproducción digital de su padre, recordando que “ningún algoritmo puede capturar la experiencia humana real”.


La controversia sobre la recreación de artistas fallecidos mediante inteligencia artificial sigue creciendo y plantea desafíos éticos y legales sobre el uso de la imagen y la identidad en la era digital.