Revolución en paleontología: El T.rex trituraba presas pero otros dinosaurios las desgarraban como dragones de Komodo

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José Ferrada 20-08-2025

Estudio de la Universidad de Bristol analizó 18 cráneos de terópodos y descubrió que la evolución generó múltiples estrategias de alimentación en depredadores gigantes.


Una investigación pionera de la Universidad de Bristol reveló que los dinosaurios carnívoros desarrollaron estrategias de mordida radicalmente diferentes para satisfacer sus apetitos gigantescos. Tras escanear y modelar en 3D 18 cráneos de terópodos, los paleobiólogos Andre Rowe y Emily Rayfield descubrieron que el Tyrannosaurus rex optimizó su cráneo para fuerzas de trituración extremas, similar a los cocodrilos modernos, mientras que depredadores como el Allosaurus y el Giganotosaurus desarrollaron mordidas más ligeras para desgarrar carne, semejantes a los dragones de Komodo.


El estudio, publicado en Current Biology, demostró que el tamaño no determinaba la potencia de mordida: terópodos menores como el Raptorex ejercieron mayor estrés craneal que gigantes como el Acrocanthosaurus.


Implicaciones ecológicas


Según reportó Science Alert, Rowe explicó que esta "diversidad biomecánica" sugiere que los ecosistemas prehistóricos albergaron más especialización y menos competencia de lo estimado. Mientras los tiranosáuridos asumieron el rol de trituradores de huesos, otros terópodos evolucionaron hacia estrategias de desgarro rápido que requerían menor fuerza pero mayor precisión.


Esta partición de nichos ecológicos permitió la coexistencia de múltiples superdepredadores en un mismo territorio. Los hallazgos redefinen la comprensión de las redes tróficas mesozoicas, indicando que la evolución produjo "múltiples soluciones" para la vida carnívora gigante sin repetir patrones mecánicos.