Descubren mayor riesgo de defectos cardíacos en bebés concebidos mediante fertilización in vitro


Un amplio estudio europeo encontró que los bebés concebidos por reproducción asistida tienen un 36% más de probabilidad de nacer con defectos cardíacos, especialmente en casos de nacimientos múltiples.
Un nuevo estudio publicado en el European Heart Journal reveló que los bebés concebidos mediante tecnologías de reproducción asistida, como la fertilización in vitro (FIV), tienen un 36% más de riesgo de desarrollar defectos cardíacos mayores en comparación con aquellos concebidos de forma natural.
La investigación, realizada entre 1994 y 2015, analizó más de 7,7 millones de nacimientos en Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia.
Los defectos cardíacos congénitos son la anomalía de nacimiento más común y, en algunos casos, pueden ser potencialmente mortales. El estudio, liderado por la profesora Ulla-Britt Wennerholm de la Universidad de Gotemburgo en Suecia, confirma que este aumento del riesgo afecta tanto a bebés de embarazos únicos como múltiples, aunque es más significativo en estos últimos.
Los nacimientos múltiples son más frecuentes en procedimientos de reproducción asistida.
Los investigadores analizaron datos de bebés nacidos mediante FIV, inyección intracitoplasmática de esperma (ICSI) y la congelación de embriones.
Al compararlos con los nacidos de manera natural, concluyeron que el riesgo absoluto de defectos cardíacos era de 1.84% para los nacidos por reproducción asistida, frente al 1.15% de los bebés concebidos sin este tipo de tratamiento.
“El hecho de que el riesgo de defectos cardíacos sea similar independientemente del tipo de reproducción asistida utilizado sugiere que podría haber un factor subyacente relacionado con la infertilidad de los padres que contribuye a estas anomalías en los bebés”, explicó la profesora Wennerholm.
El estudio señala la importancia de este hallazgo, ya que permite identificar a los bebés en mayor riesgo de desarrollar estos problemas y facilitar un diagnóstico temprano.
Este enfoque puede resultar crucial para brindar atención especializada y realizar intervenciones quirúrgicas oportunas en los casos más graves. Además, se prevé que, con el aumento de las tecnologías de reproducción asistida, también podría crecer el número de bebés con defectos cardíacos congénitos.