Revelan el rol del ganado en las pandemias de peste de la Edad de Bronce

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José Ferrada 13-08-2025

El análisis de una oveja infectada hace 4.000 años explica cómo la bacteria de la peste se propagó por Eurasia antes de evolucionar para usar pulgas como vector principal.


(CNN) - Un equipo internacional descubrió la primera evidencia genética directa de Yersinia pestis en un animal no humano de la Edad de Bronce: una oveja domesticada que vivió en la actual Rusia hace cuatro milenios. Este hallazgo, publicado en Cell, resolvió un enigma científico sobre cómo la peste se diseminó masivamente por Eurasia cuando la bacteria aún carecía de las adaptaciones genéticas para transmitirse mediante pulgas, mecanismo característico de la Peste Negra del siglo XIV.


Ian Light-Maka, autor principal e investigador del Instituto Max Planck, explicó: "Hasta ahora, los casi 200 genomas antiguos de Y. pestis procedían solo de humanos. Este hallazgo animal responde a cómo los humanos se infectaban".


El estudio sugiere que el ganado actuó como puente epidemiológico entre roedores salvajes y poblaciones humanas nómadas. El Dr. Taylor Hermes, coautor de la Universidad de Arkansas, añadió que en algunos cementerios de la estepa euroasiática "hasta el 20% de los cuerpos mostraban infección por peste", evidenciando su devastadora incidencia.


Implicaciones para la evolución patógena


La cepa analizada, perteneciente al linaje "Neolítico Tardío-Edad de Bronce", se extendió 6.000 km desde Europa hasta Mongolia. Hendrik Poinar, genetista de la Universidad McMaster (no involucrado en el estudio), calificó el descubrimiento como "extremadamente significativo" por la rareza de hallar ADN patógeno antiguo en restos animales. Aunque aún se desconoce cómo las ovejas contrajeron la bacteria, los investigadores plantean que humanos y animales intercambiaban cepas mediante contacto directo o consumo de carne contaminada.


Light-Maka destacó que la evolución bacteriana puede ser "perezosa": "Las herramientas genéticas que permitieron a Y. pestis prosperar durante 2.000 años podrían reutilizarse" en patógenos modernos. Aunque este linaje específico está extinto, la peste persiste hoy en focos de África, Asia y América, con 1.000-2.000 casos anuales globales. Hermes aclaró que el hallazgo no implica alarma actual, pero sí refuerza la necesidad de precaución: "Los humanos no estamos solos en las enfermedades. La interacción con animales silvestres y domésticos siempre influyó en la transmisión".