Retener las ganas de orinar puede tener serias consecuencias para la salud, advierten expertos

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José Ferrada 17-12-2024

Ignorar las señales del cuerpo aumenta el riesgo de infecciones urinarias y otros problemas que afectan la vejiga y los riñones.


(CNN) - Aguantar las ganas de orinar por comodidad o productividad es una práctica común, pero hacerlo con frecuencia podría ser perjudicial. Según expertos como el Dr. Jason Kim, de la Universidad de Stony Brook, retener la orina puede favorecer infecciones y complicaciones más graves si se convierte en un hábito.


Riesgo de infecciones y daño a largo plazo


La orina elimina bacterias del tracto urinario, pero al retenerla, se crea un ambiente ideal para su proliferación, explicó el Dr. Jamin Brahmbhatt, urólogo en Orlando Health. Esto aumenta el riesgo de infecciones urinarias (ITU), que pueden derivar en pielonefritis o sepsis si no se tratan a tiempo. Además, ignorar las señales de la vejiga puede debilitar sus músculos, dificultando su vaciado completo y generando un ciclo de infecciones recurrentes.


Profesionales como enfermeras y docentes, que suelen postergar ir al baño, son más propensos a estos problemas. En casos extremos, retener la orina puede causar reflujo hacia los riñones, provocando daño renal o hidronefrosis, una inflamación por acumulación de orina.


No ignores las señales de tu cuerpo


Si bien una persona sana puede aguantar ocasionalmente sin consecuencias, hacerlo regularmente puede ser peligroso, especialmente para personas mayores, embarazadas o quienes tienen condiciones renales. El Dr. David Shusterman, urólogo en NY Urology, recomendó escuchar al cuerpo y buscar ayuda médica si orinar se vuelve difícil o doloroso.


Para quienes evitan baños públicos, llevar toallitas desinfectantes puede ser una solución. “Es mejor ir cuando el cuerpo lo necesita. Tu futuro yo te lo agradecerá”, concluyó Brahmbhatt.