Restos de nave soviética fallida caerán a Tierra esta semana tras 50 años en órbita


El objeto Cosmos 482, parte de una misión a Venus en 1972, podría resistir la reentrada atmosférica debido a su diseño reforzado, aunque el riesgo para personas es mínimo según expertos.
(CNN) - Un fragmento de la nave soviética Cosmos 482, que fracasó en su misión a Venus en 1972, comenzó su descenso final hacia la Tierra. Los análisis de The Aerospace Corporation y el Centro Harvard-Smithsoniano sugirieron que el objeto, posiblemente la cápsula de entrada diseñada para soportar la atmósfera venusiana, podría sobrevivir al reingreso gracias a su escudo térmico. El astrofísico Jonathan McDowell advirtió que aunque el riesgo es bajo, "no querrías que te golpeara en la cabeza".
El seguimiento orbital mostró que el objeto caería entre el 10 y 12 de mayo, con un margen de error por variables atmosféricas. La zona de impacto potencial abarcó desde los 52° norte hasta los 52° sur, cubriendo grandes áreas pobladas como el sur de Europa, EE.UU., China, África y Sudamérica. Sin embargo, la probabilidad de daños graves fue de apenas 1 en 25.000. "Es más probable ser alcanzado por un rayo", señaló Marlon Sorge, experto en desechos espaciales.
Un legado de la Guerra Fría
La nave formó parte del programa Venera, que buscaba estudiar Venus durante la carrera espacial. Mientras una sonda gemela logró aterrizar en el planeta en 1972, Cosmos 482 quedó atrapada en órbita terrestre tras una falla de propulsión. Su densidad —comparada por Sorge con "una bola de boliche"— explicó su resistencia al deterioro orbital durante cinco décadas.
Autoridades advirtieron que cualquier resto encontrado no debe manipularse, ya que podría contener materiales peligrosos. Bajo el Tratado del Espacio Exterior, Rusia mantendría la propiedad de los fragmentos. El incidente resaltó el problema persistente de los desechos espaciales: "Lo que se lanza al espacio puede regresar décadas después", recordó Parker Wishik de The Aerospace Corporation.
Aunque la mayoría de los objetos se desintegran al reingresar, casos como este subrayan la necesidad de protocolos más estrictos para misiones futuras. Mientras los telescopios rastrean el descenso final, los científicos confirmaron que no se requieren medidas de emergencia, pero monitorearán el evento para mejorar modelos predictivos.