¿Qué es el linfedema? La consecuencia silenciosa del cáncer de mama que necesita visibilidad
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El linfedema, una complicación poco conocida del cáncer de mama, afecta la calidad de vida de muchas mujeres tras cirugías o radioterapia. Expertos destacan la importancia de su detección temprana y de tratamientos avanzados que permiten recuperar movilidad y bienestar.
Octubre es el mes mundial de la concientización sobre el cáncer de mama, enfermedad que, según el Observatorio Global del Cáncer (Globocan), afecta cada año a más de 5.000 mujeres en Chile, siendo la primera en incidencia y mortalidad.
Sin embargo, existe una complicación poco conocida que impacta la calidad de vida: el linfedema, acumulación de líquido linfático en los tejidos tras cirugías, extirpación de ganglios o radioterapia. Sus síntomas incluyen inflamación, sensación de peso y enrojecimiento, limitando la funcionalidad.
“El linfedema es una enfermedad poco difundida, pero que requiere atención temprana para detener su progresión y evitar complicaciones graves. En pacientes que han tenido cáncer de mama, aparece como resultado de la interrupción del flujo linfático en asociación a otros factores. Hoy contamos con técnicas de supermicrocirugía que permiten ofrecer soluciones reales a quienes lo padecen”, explica el Dr. Nicolás Pereira Covarrubias, cirujano plástico de Clínica NEA.
Historias como las de Paulina Ponce, de 50 años, y Ruth del Campo, de 66, evidencian la importancia de la detección temprana y la intervención quirúrgica. Ambas relatan cómo la cirugía restauró movilidad, independencia y calidad de vida tras años de limitaciones y molestias.
Cuando las terapias conservadoras —drenaje linfático manual o mangas de compresión— no bastan, la anastomosis linfático-venosa y el trasplante de ganglios linfáticos ofrecen alternativas.
“El objetivo es devolver a los pacientes la funcionalidad y la normalidad en su vida diaria. El cáncer de mama ya es un proceso duro; no es justo que, además, deban convivir con una secuela incapacitante como el linfedema. Por eso es clave educar, diagnosticar a tiempo y poner a disposición estas técnicas”, señala Pereira.
En este mes de concientización, visibilizar el linfedema y sus tratamientos es clave: con diagnóstico temprano y técnicas avanzadas, es posible recuperar la calidad de vida tras el cáncer de mama.