¿Qué es el cometa 3I/ATLAS? El misterioso visitante interestelar que atraviesa nuestro sistema solar
El cometa 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar detectado por la ciencia, continúa su paso por el sistema solar tras acercarse al Sol. Su estudio permitirá a los astrónomos analizar la composición química y el origen de cuerpos formados fuera de nuestro sistema, aportando nuevas pistas sobre la evolución de las galaxias y los procesos de formación estelar.
Un cometa proveniente de fuera de nuestro sistema solar acaba de alcanzar su punto más cercano al Sol antes de iniciar su salida definitiva. Se trata del 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar detectado en la historia que atraviesa nuestro vecindario cósmico, ofreciendo una oportunidad única para estudiar la materia primitiva de otros sistemas estelares.
Según la Agencia Espacial Europea (ESA), el cometa pasó a unos 203 millones de kilómetros del Sol y se encuentra temporalmente oculto tras él desde la perspectiva terrestre.
Los astrónomos estiman que podrá volver a observarse en los próximos días, especialmente antes del amanecer, a partir del 11 de noviembre. Su máximo acercamiento a la Tierra se producirá el 19 de diciembre, cuando se ubicará a 270 millones de kilómetros de nuestro planeta, sin representar ningún riesgo.
El orbitador ExoMars Trace Gas de la ESA captó una imagen del cometa el 3 de octubre, mostrando un pequeño punto luminoso desplazándose a gran velocidad. Desde entonces, diversas misiones —incluidas SOHO, PUNCH y la sonda JUICE— han seguido su trayectoria, mientras los telescopios espaciales Hubble y James Webb analizan su composición.
Los científicos han detectado en su núcleo agua, dióxido de carbono, monóxido de carbono, sulfuro de carbonilo e hielo, componentes similares a los de los cometas del sistema solar, pero con una antigüedad estimada de entre 3.000 y 11.000 millones de años, según un estudio liderado por Darryl Seligman, astrofísico de la Universidad Estatal de Michigan.
Debido a su comportamiento químico, los astrónomos creen que el 3I/ATLAS nunca se había acercado a otra estrella antes de su encuentro con el Sol. Su estudio podría revelar información inédita sobre la formación de planetas, la evolución de sistemas solares y los materiales originales del universo primitivo.
A diferencia de los cometas comunes, el 3I/ATLAS viaja a tal velocidad que no regresará jamás. Durante los próximos meses, los astrónomos aprovecharán su paso para observarlo antes de que se pierda definitivamente en el espacio interestelar.
“Nos quedan varios meses para observarlo, y se van a descubrir cosas científicas increíbles”, señaló Seligman.