Protectores solares: Una amenaza silenciosa para los ecosistemas marinos, advierte estudio

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José Ferrada 18-02-2025

Los químicos presentes en los protectores solares, considerados contaminantes pseudo persistentes, podrían estar dañando gravemente los arrecifes de coral y la vida marina, según un informe reciente que urge a profundizar las investigaciones.


Los protectores solares, esenciales para proteger la piel de los rayos UV, contienen compuestos químicos que, al desprenderse en el agua, bloquean los rayos ultravioleta pero también causan blanqueamiento y deformidades en los corales, además de reducir la fertilidad de los peces.


Con un mercado global que alcanzará los 13.600 millones de dólares en 2028, la cantidad de estos productos que llega a los océanos es alarmante. Un estudio estimó que, en un día con 1.000 visitantes en una playa, hasta 35 kg de protector solar podrían liberarse al mar si el 50 % del producto se lava en el agua.


Impacto global en los ecosistemas marinos


La revisión, publicada en la revista Marine Pollution Bulletin, analizó más de 110 publicaciones sobre los efectos de los filtros UV en el medio ambiente. Según el informe, entre 6.000 y 14.000 toneladas de estos químicos se liberan anualmente en zonas de arrecifes de coral. “Las investigaciones actuales apenas comienzan a revelar cómo estos compuestos afectan la vida marina”, señaló Anneliese Hodge, autora principal del estudio e investigadora del Plymouth Marine Laboratory.


Los filtros UV, como la benzofenona-3, están presentes en protectores solares y cosméticos. Este compuesto, bajo investigación por la Agencia Europea de Sustancias Químicas, es considerado un posible disruptor hormonal. Además, los filtros UV no solo afectan los océanos directamente cuando las personas nadan, sino también de manera indirecta a través de duchas en la playa o toallas usadas para secarse.


Tecnologías insuficientes y riesgos crecientes


Las plantas de tratamiento de aguas residuales, que usan métodos como la ozonización, no logran eliminar la toxicidad de estos compuestos. Además, el agua reciclada de estas plantas, utilizada en la agricultura, lleva los filtros UV a los cultivos y, posteriormente, a los ecosistemas acuáticos a través de la escorrentía.


“Cada vez hay más tipos y cantidades de protectores solares ingresando al ambiente, y los contaminantes se combinan en todas las formas posibles”, advirtió Awadhesh Jha, coautor del estudio y profesor de toxicología genética en la Universidad de Plymouth, según reportó The Guardian.