Nuevo estudio revela que el gas natural licuado es más dañino que el carbón para el clima

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José Ferrada 07-10-2024
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Un análisis reciente sugiere que el impacto del GNL en el cambio climático es significativamente mayor que el del carbón, debido a las emisiones liberadas durante su procesamiento y transporte.


El gas natural licuado (GNL) tiene una huella de carbono un 33% mayor que el carbón, según un nuevo estudio realizado por la Universidad de Cornell.

La investigación, liderada por el profesor Robert Howarth, revela que los procesos necesarios para extraer, licuar y transportar el GNL aumentan drásticamente su impacto en el calentamiento global, superando incluso al del carbón en un período de 20 años.

El GNL, una versión superenfriada del gas natural que facilita su transporte, se produce mayormente a partir de gas de esquisto.

Según el estudio, publicado en Energy Science & Engineering, las emisiones de metano y dióxido de carbono liberadas durante las etapas de extracción y procesamiento representan casi la mitad de su huella total de gases de efecto invernadero.

El metano, que es 80 veces más dañino para la atmósfera que el dióxido de carbono, se libera en grandes cantidades durante el transporte de GNL en buques tanque.

Aunque estos tanqueros modernos, con motores de dos y cuatro tiempos, son más eficientes en cuanto a emisiones de CO2, el escape de metano sigue siendo un problema grave. "El GNL es sustancialmente peor que el carbón", señaló Howarth, subrayando que gran parte de estas emisiones ocurren antes de que el gas llegue al mercado.

El estudio también destaca que Estados Unidos, tras levantar la prohibición de exportación en 2016, se ha convertido en el principal exportador mundial de GNL, con gran parte de su producción proveniente de esquisto en Texas y Luisiana.

Este crecimiento en la producción ha aumentado las preocupaciones sobre su impacto climático.

Los hallazgos sugieren que el GNL no es un "combustible puente" hacia un futuro más limpio, como algunos defensores lo han propuesto, sino que, en términos climáticos, es más perjudicial que el carbón en muchos casos.