Nuevas evidencias genéticas confirmarían que la sífilis proviene de las Américas y no de Europa
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El análisis de cinco genomas antiguos sugiere que la sífilis y sus parientes circulaban en las Américas mucho antes del regreso de Colón.
El origen de la sífilis ha sido un tema de debate durante décadas. La aparición de un brote mortal en Europa a finales del siglo XV, poco después del regreso de Colón, llevó a muchos a creer que la enfermedad había llegado desde las Américas.
Sin embargo, el descubrimiento de esqueletos con lesiones similares en Europa anteriores a 1492 complicó esta hipótesis. Un nuevo estudio, dirigido por Kirsten Bos y Johannes Krause del Instituto Max Planck, y publicado en Nature, aporta pruebas que podrían inclinar la balanza en favor de la teoría americana.
ADN antiguo revela respuestas clave
El equipo analizó cinco genomas antiguos de la familia de enfermedades de la sífilis provenientes de restos hallados en México, Chile, Perú y Argentina. Estos hallazgos indican que las Américas fueron un centro de diversidad de estas enfermedades antes de la llegada de los europeos. Según los investigadores, la sífilis, el pian y el bejel son descendientes modernos de patógenos que ya circulaban en el continente americano.
“El estudio respalda claramente un origen americano de la sífilis y su introducción en Europa a finales del siglo XV”, afirmó Bos. La expansión de la enfermedad fue facilitada por las rutas comerciales y coloniales europeas en los siglos posteriores.
Aunque persisten las dudas sobre las lesiones óseas previas a 1492 en Europa, los investigadores creen que el ADN antiguo será clave para esclarecer el misterio. Este estudio marca un avance significativo en la comprensión de una enfermedad que cambió el curso de la historia.