Níger investiga venta millonaria de meteorito marciano en Sotheby's como posible "tráfico ilícito"


El gobierno africano cuestiona la exportación del fragmento de Marte más grande conocido, vendido por 5,3 millones de dólares a un comprador anónimo.
(CNN) - Níger inició una investigación formal tras la subasta del meteorito marciano NWA 16788 en Sotheby's Nueva York el 16 de julio de 2024, donde alcanzó 5,3 millones de dólares. El gobierno tachó la operación de "comparable al tráfico internacional ilícito", según comunicado oficial difundido en X. El fragmento de 24,5 kg —el mayor de Marte documentado en la Tierra— fue hallado en noviembre de 2023 en la remota región de Agadez por un cazador anónimo.
Sotheby's defendió la legalidad del proceso: "Exportado según todos los procedimientos internacionales", declaró un portavoz a CNN, destacando que Níger carece de legislación específica sobre meteoritos. Sin embargo, los ministerios de Minas, Seguridad y Justicia nigerinos buscan esclarecer las circunstancias del hallazgo y venta, cuyos protagonistas (vendedor y comprador) permanecen ocultos.
Tesoro científico en disputa
El meteorito, catalogado como NWA 16788, contiene vidrio formado por impactos cósmicos y una corteza de fusión atmosférica. Según estudios en Heritage, solo existen 400 meteoritos marcianos en la Tierra, lo que los convierte en "cápsulas de tiempo cósmicas" esenciales para estudiar el planeta rojo. Su tamaño supera en un 70% al anterior récord (Zagami, 18 kg).
La controversia expone vacíos legales globales: mientras Marruecos exige permisos y compartición de muestras con su Servicio Geológico, otros países como Níger no regulan estos hallazgos. Un estudio en Heritage advirtió que "la propiedad de meteoritos marcianos es un asunto dinámico y multifacético", donde coleccionistas privados poseen la mayoría de fragmentos grandes, limitando el acceso científico.
Tras exhibirse en la Agencia Espacial Italiana, el meteorito ahora pertenece a un anónimo, mientras dos láminas se conservan en la Universidad de Florencia. El caso reabre el debate sobre cómo equilibrar intereses privados, investigación y patrimonio nacional en objetos formados hace 4.560 millones de años.