Microplásticos en arterias: Estudio revela posible vínculo con infartos y ACV


Investigadores detectaron hasta 51 veces más partículas plásticas en arterias enfermas que en tejidos sanos, junto con alteraciones genéticas asociadas a inflamación cardiovascular.
Las arterias humanas acumulan microplásticos en proporciones alarmantes, según un estudio preliminar de la Universidad de Nuevo México que sugiere una conexión con enfermedades cardiovasculares. El análisis de placas arteriales en 48 pacientes reveló que quienes sufrieron infartos o accidentes cerebrovasculares tenían 51 veces más plástico en sus arterias que personas sin obstrucciones.
De la contaminación ambiental al torrente sanguíneo
El equipo del Dr. Ross Clark descubrió que las placas grasas en arterias enfermas contenían principalmente polietileno, el plástico más común en envases y bolsas. "La diferencia es abismal: de 16 veces más en arterias obstruidas asintomáticas a 51 veces en pacientes con eventos cardiovasculares", explicó Clark, según reportó Business Insider. Los hallazgos, aún no revisados por pares, coinciden con investigaciones recientes que detectaron microplásticos en cerebros, hígados y sangre humana.
Más allá de la acumulación, los científicos identificaron cambios genéticos preocupantes: células inmunitarias cerca de los plásticos desactivaron genes clave para controlar la inflamación, proceso crítico en enfermedades cardiovasculares. "Estas partículas podrían estar alterando nuestra biología a nivel molecular", advirtió la neurocientífica Jaime Ross, independiente al estudio.
Un desafío metodológico y sanitario
La investigación enfrenta limitaciones técnicas. Para aislar los plásticos, el equipo calentó muestras a 1.000°F, método que podría confundir plásticos con lípidos degradados. Pese a los controles, Clark admite que la ciencia para medir microplásticos en tejidos humanos aún es incipiente.
Con planes de ampliar el estudio a modelos animales, los científicos urgen a profundizar en cómo estas partículas promueven inflamación crónica y daño vascular. "Sabemos que están ahí —concluye Clark—. Ahora debemos descubrir qué efectos tienen en nuestra salud". Mientras tanto, el estudio refuerza preocupaciones sobre el impacto silencioso de la contaminación plástica en el cuerpo humano.