Marejadas anormales: ¿Por qué, cómo y dónde se generan?
Las olas, generadas a miles de kilómetros, están intensificando la pérdida de terreno en playas chilenas, un fenómeno impulsado por factores climáticos y humanos.
Las costas de Chile enfrentan un desafío crítico: la erosión acelerada de sus playas debido a la combinación de marejadas anormales, fenómenos climáticos extremos y la intervención humana.
En 2024, el país registró 28 avisos de marejadas, algunas con olas superiores a los tres metros y periodos de impacto cada 20 segundos.
Una amenaza multifactorial
Las marejadas recientes se originaron en el Pacífico Norte, donde vientos intensos generaron olas de hasta 20 metros. Aunque estas olas pierden altura al viajar, llegan con gran energía y un alcance de hasta 600 metros, lo que supera las defensas costeras habituales. Además, este fenómeno está vinculado a la pérdida de sedimentos en las playas, un proceso que se agrava por la disminución del caudal de los ríos y la urbanización descontrolada.
El impacto es visible: playas como Reñaca, en Viña del Mar, perdieron entre 1 y 3 metros en 2024, mientras Algarrobo registró retrocesos de más de 5 metros. Según expertos, 186% de las playas chilenas presentan erosión relevante, con tasas de retroceso superiores a 1.5 metros anuales.
Soluciones urgentes
La falta de planificación urbana y la alteración de las cuencas hidrográficas son factores clave en este problema. Especialistas recomiendan una gestión integral que considere los ciclos naturales de las playas y la adaptación a nuevas dinámicas climáticas.
Aunque el aviso de marejadas fue levantado el 7 de enero, los expertos advierten que estos eventos podrían repetirse, subrayando la necesidad de una acción inmediata para mitigar sus efectos.