Protección de ríos y cuerpos de agua dulce: El urgente desafío de Chile

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José Ferrada 13-11-2024
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Pese a ser fundamentales para la biodiversidad y el clima, menos del 1% de los ríos del país cuenta con protección legal.


Los ríos y cuerpos de agua dulce en Chile, que representan un hábitat esencial para miles de especies endémicas, se encuentran actualmente en una situación crítica.


A pesar de que el país posee una de las mayores reservas de agua dulce a nivel mundial, enfrenta serios riesgos de sequía, desertificación y una marcada falta de regulación para proteger estos ecosistemas.


Según estimaciones, menos del 1% de los ríos chilenos cuentan con algún tipo de protección legal, y solo 12 de los más de 1.200 ríos están parcialmente protegidos bajo figuras como reservas de caudal o santuarios de la naturaleza.

Una pérdida drástica de biodiversidad y ecosistemas

Los ecosistemas de agua dulce han experimentado una disminución del 85% en su capacidad de sostener la biodiversidad debido a factores como la sequía, la contaminación y el aumento de las temperaturas.


Estos cuerpos de agua no solo proveen hábitat a especies en peligro, sino que también regulan el clima y ofrecen un recurso hídrico vital para todos los seres vivos. En Chile, el 81% de las especies que habitan en agua dulce son endémicas, una cifra que demuestra el valor de estos ecosistemas y la urgencia de su protección integral.

La problemática se discutió en la COP16 de Biodiversidad, realizada en Cali, Colombia, donde se evaluaron mecanismos y criterios para que los países avancen en la conservación de sus recursos de agua dulce.


El debate se ha centrado en la importancia de proteger no solo secciones aisladas de los ríos, sino sus cuencas completas, con el fin de mantener la conectividad y los servicios ecosistémicos de forma sostenible.

Un proyecto de ley en espera y esfuerzos internacionales

En Chile, un proyecto de ley de protección de ríos fue presentado con la intención de crear una categoría de “Río Protegido”, establecer un inventario nacional de ríos, y adoptar medidas como la reserva de caudales.


No obstante, este proyecto no ha avanzado en el ámbito legislativo, y actualmente la legislación nacional se encuentra fragmentada entre diversos sectores, lo que impide una gestión holística de los ríos, desde su origen hasta su desembocadura.

A nivel internacional, la COP28 de Dubái abordó el desafío de restaurar 300.000 kilómetros de ríos y 350 millones de hectáreas de humedales degradados para 2030.


Estas iniciativas internacionales subrayan la importancia de que Chile adopte medidas legislativas que contribuyan a la protección de sus ríos, para salvaguardar la biodiversidad y garantizar el recurso hídrico en el futuro.