"Encogiendo a Nemo": Los peces payaso encogieron su cuerpo para sobrevivir a las olas de calor marinas


Un estudio reveló que esta adaptación mejoró su supervivencia, pero podría reducir su capacidad reproductiva a largo plazo.
(CNN) - Los peces payaso, famosos por su icónico color naranja y blanco en películas como Buscando a Nemo, mostraron una capacidad única para enfrentar el calentamiento de los océanos: encogieron su tamaño corporal para resistir las altas temperaturas. Un equipo de científicos de la Universidad de Newcastle, en Inglaterra, documentó este fenómeno por primera vez en peces de arrecife, tras analizar a 134 ejemplares en Papúa Nueva Guinea durante una ola de calor marina en 2023.
El 75% de los peces redujeron su longitud a medida que el agua se calentaba, lo que aumentó sus probabilidades de supervivencia hasta en un 78%. "Me sorprendieron mucho los hallazgos", admitió Melissa Versteeg, autora principal del estudio y estudiante de doctorado, quien destacó la "increíble plasticidad del crecimiento" de esta especie.
Un equilibrio entre supervivencia y reproducción
Aunque la adaptación demostró ser efectiva contra el estrés térmico, los científicos advirtieron un posible costo a largo plazo. Los peces más pequeños tienden a reproducirse menos, lo que podría afectar la estabilidad de sus poblaciones en el futuro. Sin embargo, Theresa Rueger, ecóloga marina y coautora de la investigación, valoró la rapidez con que la especie se ajustó a condiciones extremas.
El estudio, publicado en Science Advances, también descubrió un patrón social clave: las parejas que se encogieron de manera sincronizada tuvieron mayores tasas de supervivencia. Esto se debe a que, en esta especie, la hembra —más grande y dominante— puede generar conflictos si reduce su tamaño y el macho no lo hace. Para evitar enfrentamientos, ambos ajustaron sus cuerpos.
Los peces payaso dependen de las anémonas marinas para protegerse de depredadores, ya que son malos nadadores. Rueger explicó que abandonar su refugio por disputas territoriales podría ser fatal.
El hallazgo abrió nuevas incógnitas: ¿Qué mecanismos biológicos permiten esta reducción corporal? ¿Otras especies marinas tienen habilidades similares? El equipo de Newcastle planea profundizar en estas preguntas, con el objetivo de entender mejor cómo la vida oceánica responde al cambio climático.