Los flavanoles del chocolate y té muestran efectos cardioprotectores comparables a medicamentos

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José Ferrada 10-07-2025

Un metaanálisis de 145 estudios reveló que el consumo regular de estos compuestos naturales reduce significativamente la presión arterial y mejora la función vascular.


Los alimentos ricos en flavanoles como el chocolate amargo, el té y las manzanas podrían convertirse en aliados estratégicos para la salud cardiovascular. Según una investigación liderada por Christian Heiss, profesor de Medicina Cardiovascular en la Universidad de Surrey, estos compuestos vegetales demostraron una capacidad notable para reducir la presión arterial y mejorar la función de los vasos sanguíneos.


Impacto clínico significativo


El análisis, compartida por The Conversation, de datos de más de 5.200 participantes reveló que un consumo diario de 500 a 600 mg de flavanoles —equivalente a dos tazas de té y una porción de chocolate amargo— produce reducciones en la presión arterial comparables a las logradas con algunos fármacos antihipertensivos. Los beneficios fueron particularmente marcados en personas con hipertensión, donde se observaron disminuciones de hasta 7 mmHg en la presión sistólica.


Estos hallazgos se alinean con el estudio COSMOS, que siguió a 21.000 personas y encontró que los flavanoles del cacao redujeron en un 27% las muertes por enfermedades cardiovasculares. La investigación también destacó mejoras del 1.7% en la función endotelial, un marcador clave de salud vascular, incluso en individuos con presión arterial normal.


Alimentos integrales versus suplementos


Un aspecto crucial del estudio fue la demostración de que los alimentos naturales ricos en flavanoles superan en efectividad a los suplementos aislados. Los investigadores atribuyen este fenómeno a la sinergia entre los diversos compuestos presentes en los alimentos completos, que parecen potenciar la absorción y actividad biológica de los flavanoles.


Los expertos enfatizan que estos compuestos no son una panacea, pero su incorporación regular en la dieta —a través de opciones accesibles como el té negro, las bayas o el cacao— puede constituir una estrategia preventiva valiosa. El mensaje central es alentador: pequeños ajustes en los hábitos alimenticios, como sustituir snacks procesados por opciones ricas en flavanoles, pueden generar beneficios cardiovasculares medibles sin requerir inversiones costosas o cambios drásticos en el estilo de vida.


Mientras continúa la investigación para comprender mejor estos mecanismos en poblaciones específicas, la evidencia actual posiciona a los flavanoles como componentes valiosos de una dieta cardioprotectora, ofreciendo un enfoque preventivo basado en alimentos cotidianos y accesibles.