Los costos de medicamentos contra el cáncer acentúan desigualdades entre países ricos y pobres
Un análisis global revela que los países de bajos ingresos enfrentan mayores barreras económicas y sanitarias en la lucha contra el cáncer, a pesar del aumento de casos en estas regiones.
Un reciente análisis publicado en CANCER, una revista de la American Cancer Society, expone profundas disparidades en el acceso y costo de los medicamentos contra el cáncer entre países de altos y bajos ingresos.
Estas inequidades, impulsadas por factores económicos y estructurales, están agravando el impacto de la enfermedad en regiones con menores recursos.
Cáncer, un desafío global desigual
Para 2040, se proyectan 28,4 millones de nuevos casos de cáncer a nivel mundial, con un aumento desproporcionado en los países de ingresos bajos y medios. Según el estudio, las tasas de mortalidad están disminuyendo o estabilizándose en las naciones desarrolladas, pero continúan al alza en las regiones menos favorecidas.
Factores como la falta de programas de detección, infraestructuras sanitarias deficientes y la inaccesibilidad a tratamientos avanzados, como inmunoterapias, agravan esta situación.
El doctor Fadlo R. Khuri, del Centro Médico de la Universidad Americana de Beirut y autor principal del informe, destacó que "los costos prohibitivos de los medicamentos modernos limitan drásticamente el acceso en países de menores ingresos, donde el gasto sanitario en cáncer es significativamente más bajo como porcentaje del PIB".
Además, el análisis señala que los medicamentos innovadores pueden costar miles de dólares más que los tratamientos tradicionales, mientras que en las naciones con menos recursos, estos precios son incluso más elevados debido a la falta de regulaciones favorables y acuerdos internacionales.
Los investigadores proponen soluciones como la promoción de medicamentos genéricos y biosimilares de calidad, la implementación de sistemas de salud universales y la financiación internacional para reducir las crecientes disparidades.
Sin estas medidas, advierten, la carga del cáncer seguirá afectando de manera desproporcionada a las poblaciones más vulnerables del mundo.