Habría menos "asteroides mortales" de los que se creía, revelan astrónomos

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José Ferrada 08-10-2024
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Investigadores de la Universidad de Maryland han determinado que hay menos asteroides peligrosos en el enjambre de Taurid, lo que ofrece un alivio para la defensa planetaria.


Un grupo de astrónomos ha traído buenas noticias sobre los asteroides potencialmente peligrosos que orbitan cerca de nuestro planeta.


Un equipo de investigadores de la Universidad de Maryland, utilizando el telescopio Zwicky Transient Facility (ZTF), ha descubierto que el enjambre de asteroides Taurid contiene menos objetos peligrosos de lo que se pensaba anteriormente.

Esta investigación, presentada el 7 de octubre de 2024, durante la reunión anual de la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Americana, sugiere que el riesgo de impactos significativos en la Tierra es considerablemente menor.

Quanzhi Ye, científico investigador asistente en el Departamento de Astronomía de UMD y supervisor del proyecto, explicó que aprovecharon la rara oportunidad de observar el enjambre cuando pasó más cerca de la Tierra.

"Nuestros hallazgos indican que el riesgo de ser golpeados por un gran asteroide en el enjambre de Taurid es mucho menor de lo que creíamos", afirmó Ye.

Antes de este estudio, los científicos especulaban que el enjambre de Taurid podría albergar una cantidad significativa de grandes asteroides de hasta un kilómetro de diámetro, fragmentos de un posible objeto de hasta 100 kilómetros.


Sin embargo, los nuevos hallazgos sugieren que probablemente solo existan de nueve a 14 asteroides de este tamaño en el enjambre.


Ye explicó que el objeto progenitor que creó el enjambre probablemente tenía un diámetro de aproximadamente 10 kilómetros, en lugar de los 100 kilómetros previamente considerados.

El enjambre de Taurid es significativo no solo por sus implicaciones para la defensa planetaria, sino también por su conexión con el cometa Encke, un cometa grande y polvoriento que completa su órbita alrededor del sol en solo 3.3 años.


Según Ye, estudiar este enjambre permite a los científicos entender mejor cómo se forman y fragmentan los cuerpos celestes en el sistema solar.


Aunque los resultados son alentadores, el equipo subraya la importancia de la vigilancia continua y el desarrollo de capacidades de detección.


El equipo planea realizar observaciones de seguimiento en 2025 y 2026, cuando el enjambre de Taurid pase cerca de la Tierra nuevamente, para seguir refinando sus resultados. "Estamos emocionados de continuar este importante trabajo", concluyó Ye.