Los árboles casi no absorbieron carbono en 2023: ¿Estamos perdiendo contra la crisis climática?

Imagen
José Ferrada 22-10-2024
Imagen

En 2023, la absorción de carbono por parte de la tierra colapsó temporalmente, lo que refleja la creciente fragilidad de los ecosistemas frente al calentamiento global


Un estudio reciente, compartido por The Guardian, revela que la capacidad de la Tierra para absorber carbono, clave para combatir el cambio climático, mostró señales alarmantes de debilitamiento en 2023.


A medida que el planeta se calienta, los procesos naturales que han mantenido el equilibrio climático están fallando, poniendo en riesgo los esfuerzos globales para alcanzar el cero neto de emisiones.

Los sumideros naturales, en peligro

Investigadores han alertado sobre la fragilidad de los sistemas de la Tierra para almacenar carbono, destacando que en 2023 la cantidad absorbida por la tierra prácticamente colapsó.


Los bosques, suelos y plantas que solían capturar grandes cantidades de carbono se vieron afectados por sequías, incendios y otras perturbaciones climáticas, lo que resultó en una drástica disminución en su capacidad para absorber dióxido de carbono.

Johan Rockström, director del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, advirtió que los ecosistemas terrestres están "perdiendo su capacidad" de almacenar carbono.


Esta situación, agravada por los efectos del calentamiento global y fenómenos como El Niño, amenaza con acelerar la crisis climática.

El océano también muestra signos de inestabilidad

Los océanos, que absorben más del 90% del calentamiento causado por las emisiones humanas, también están viendo cambios preocupantes.


El aumento de la temperatura del agua está alterando los patrones de absorción de carbono, debilitando el mayor sumidero natural del planeta.


Además, el derretimiento de las capas de hielo en el Ártico y la alteración de corrientes como la del Golfo son señales de que el sistema oceánico podría estar perdiendo su capacidad de almacenar carbono a largo plazo.

Este debilitamiento de los sumideros naturales implica que los países deberán reducir aún más sus emisiones para cumplir con los objetivos climáticos.


Sin la capacidad de la naturaleza para absorber el carbono, los esfuerzos actuales de descarbonización podrían ser insuficientes, advierten los científicos.