Lluvias récord alivian la sequía en el centro de Chile, pero Coquimbo sigue en crisis
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El invierno de 2024 trajo intensas precipitaciones que mejoraron los niveles de agua en varias regiones del país, pero la sequía persiste en zonas críticas del norte, obligando al gobierno a implementar nuevas medidas.
El invierno de 2024 sorprendió a muchas regiones de Chile con lluvias que batieron récords y generaron importantes superávits de agua. Desde Valparaíso hasta Ñuble, las precipitaciones permitieron reducir el déficit hídrico que se arrastraba desde 2022, ofreciendo un respiro para el centro del país.
En la Región Metropolitana, por ejemplo, el embalse El Yeso alcanzó el 81% de su capacidad, mientras que en Valparaíso el superávit de lluvia llegó al 137%, uno de los más altos del país.
Sin embargo, las lluvias de este año no han sido suficientes para revertir los efectos de la megasequía que lleva más de 15 años afectando a Chile. A pesar de los avances en algunas zonas, 44 comunas de ocho regiones continúan bajo decreto de escasez hídrica, lo que demuestra que el desafío del agua sigue siendo enorme.
Jessica López, ministra de Obras Públicas destacó que, aunque las lluvias trajeron alivio en algunas áreas, “el superávit de 2024 no puede borrar por completo los efectos acumulados de la sequía”.
El escenario es especialmente crítico en la Región de Coquimbo, donde las cuencas de los ríos Elqui y Limarí están entre las más afectadas.
A diferencia del optimismo observado en el centro del país, Coquimbo sigue enfrentando serios problemas de abastecimiento de agua, lo que ha obligado al gobierno a acelerar la instalación de plantas desaladoras para enfrentar la crisis.
La llegada de la primavera, junto con el fenómeno de La Niña, promete un aumento de las temperaturas, lo que complicará aún más la situación en las zonas más secas del país.
Si bien la temporada de lluvias de 2024 trajo beneficios para algunas regiones, en otras, como Coquimbo, la espera por agua continúa siendo desesperante.