Las tortugas marinas memorizan campos magnéticos para encontrar comida y anidar, revela estudio

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José Ferrada 13-02-2025

Un nuevo estudio publicado en Nature muestra que las tortugas bobas usan campos magnéticos para recordar ubicaciones clave de alimentación y anidación, pero la contaminación electromagnética podría afectar su navegación.


(CNN) - Las tortugas bobas, la especie de tortuga marina más común en las costas de EE.UU., memorizan los campos magnéticos de lugares específicos para regresar a zonas de alimentación y anidación, según una investigación publicada en Nature. Este hallazgo, el primero en demostrar que las tortugas asocian señales magnéticas con comida, revela cómo estas criaturas navegan con precisión a lo largo de miles de kilómetros.


“Las tortugas no solo usan los campos magnéticos para orientarse, sino que los memorizan a largo plazo”, explicó la Dra. Kayla Goforth, autora principal del estudio. Los investigadores observaron que las tortugas juveniles en cautiverio realizaban un “baile” anticipatorio cuando se exponían a campos magnéticos asociados con comida, demostrando que recuerdan estas señales durante décadas.


Riesgos de la contaminación electromagnética


El estudio también descubrió que las ondas de radiofrecuencia (RF), emitidas por dispositivos como teléfonos móviles, pueden alterar la brújula magnética de las tortugas, aunque su mapa magnético permanece intacto. Esto plantea preocupaciones sobre cómo la interferencia humana afecta su capacidad para migrar y encontrar hábitats críticos.


“Las tortugas necesitan la inclinación y la intensidad del campo magnético para reconocer un sitio. Si estos factores se alteran, no lo identifican”, señaló Goforth.


Los investigadores instan a reducir el uso de dispositivos electrónicos en áreas clave para las tortugas, como playas de anidación y zonas de alimentación. “Estos lugares son vitales para su supervivencia y requieren protección”, concluyó el Dr. Daniel Evans, biólogo de la Sea Turtle Conservancy.


Este estudio no solo destaca la increíble capacidad de navegación de las tortugas bobas, sino que también subraya la necesidad de minimizar la interferencia humana en sus hábitats para garantizar su conservación.