Las plantas "gritan" en ultrasonido y las polillas escuchan: Descubren un nuevo lenguaje natural

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José Ferrada 25-07-2025

Científicos israelíes comprobaron que insectos evitan plantas estresadas al detectar sus sonidos ultrasónicos, revelando una forma desconocida de interacción ecológica.


(CNN) - Investigadores de la Universidad de Tel Aviv documentaron por primera vez que las polillas interpretan los "gritos" ultrasónicos (20-100 kHz) que emiten plantas de tomate y tabaco bajo estrés hídrico. El estudio, publicado en eLife, demostró que la polilla del gusano del algodón (Spodoptera littoralisprefiere poner huevos en plantas hidratadas y silenciosas, evitando aquellas que emiten sonidos por deshidratación.


El mecanismo acústico


Rya Seltzer, líder de la investigación, explicó que las burbujas de aire que colapsan en el xilema vegetal generan clics ultrasónicos cuando la planta sufre sequía. En experimentos controlados, las polillas hembras eligieron sistemáticamente plantas sin estrés acústico, incluso cuando ambas estaban hidratadas pero una emitía grabaciones de angustia. Al bloquear sus órganos auditivos, los insectos perdieron esta capacidad de discriminación.


El Dr. Yali Zhang de la Universidad de Pensilvania, ajeno al estudio, calificó el hallazgo como "revolucionario" al mostrar que los insectos usan señales sonoras además de químicas para evaluar plantas. Sin embargo, Seltzer aclaró que no se trata de comunicación activa: "Las plantas producen estos sonidos de forma pasiva, como consecuencia fisiológica".


Aplicaciones futuras


El descubrimiento abre puertas al monitoreo acústico de cultivos para detectar estrés hídrico temprano y al desarrollo de técnicas de control de plagas basadas en sonido. "Este es solo el comienzo", anticipó Seltzer, señalando que miles de especies podrían interactuar mediante este canal sensorial aún poco explorado.


Con un 37% de las pérdidas agrícolas globales vinculadas a plagas, según la FAO, entender estas señales podría optimizar estrategias de protección vegetal. El equipo ahora investiga si otros insectos perciben estos ultrasonidos y cómo evolucionó esta capacidad en las polillas.