La Tierra pierde su capacidad para absorber CO₂, aumentando el riesgo de un colapso climático

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José Ferrada 05-03-2025

Un estudio revela que la absorción de dióxido de carbono por plantas y suelos alcanzó su punto máximo en 2008 y ha disminuido desde entonces, complicando los esfuerzos para frenar el cambio climático.


La capacidad de la Tierra para absorber dióxido de carbono (CO₂) está en declive, según un análisis realizado por James Curran, exdirector ejecutivo de la Agencia de Protección Ambiental de Escocia, y su hijo Sam. La absorción de CO₂ por parte de plantas y suelos alcanzó su punto máximo en 2008 y ha disminuido a un ritmo promedio del 0.25% anual desde entonces. Este fenómeno aumenta el riesgo de un colapso climático incontrolable, ya que el planeta pierde su capacidad natural para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero.


Impacto del cambio climático en la absorción de CO₂


Durante décadas, las plantas y los árboles se beneficiaron del aumento de los niveles de CO₂ y de temperaturas más cálidas, que prolongaron las temporadas de crecimiento. Sin embargo, los efectos negativos del cambio climático, como incendios forestales, sequías, tormentas, inundaciones y plagas, ahora superan estos beneficios. “Los hallazgos son muy impactantes. Ahora, las emisiones deben reducirse en un 0.3% anual solo para mantenernos en el mismo nivel. Eso es un gran desafío, ya que normalmente aumentan en un 1.2% cada año”, advirtió James Curran, según reportó The Guardian.


Un llamado urgente a la acción


El estudio, publicado en la revista Weather, subraya la necesidad de reducir drásticamente las emisiones de CO₂ y adoptar medidas más ambiciosas para proteger los ecosistemas naturales. La disminución en la capacidad de absorción de carbono no solo complica los esfuerzos para combatir el cambio climático, sino que también aumenta la urgencia de transitar hacia energías limpias y prácticas sostenibles.


“El planeta está perdiendo su capacidad para autorregularse, y eso nos deja en una situación crítica”, concluyó Curran. Este hallazgo refuerza la necesidad de acciones globales inmediatas para evitar un escenario climático catastrófico.