La "puerta al infierno" de Siberia se está agrandando: Malas noticias para el avance de la crisis climática


El cráter de Batagay, conocido como "la puerta del infierno", está aumentando su tamaño de forma alarmante debido al descongelamiento del permafrost, liberando gases de efecto invernadero que aceleran el calentamiento global.
En Siberia, un gigantesco agujero en la Tierra, conocido como el cráter de Batagay, está creciendo a un ritmo preocupante, triplicando su tamaño entre 1991 y 2018.
Aunque su forma recuerda a un renacuajo gigante o una grieta en la tierra, este fenómeno es el "deslizamiento por descongelamiento regresivo" más grande del mundo, una depresión que se forma cuando el permafrost, una capa de suelo permanentemente congelada, comienza a descongelarse y provoca el colapso del terreno circundante.
Este megadeslizamiento, que ya es visible desde el espacio, es un reflejo de un problema global mayor: el rápido calentamiento del Ártico, que está descongelando el permafrost a una velocidad sin precedentes.
A medida que el permafrost se derrite, libera dióxido de carbono y metano, potentes gases de efecto invernadero que contribuyen a un mayor calentamiento global, creando un ciclo vicioso de destrucción ambiental.
Investigadores de la Universidad Estatal Lomonosov de Moscú han calculado que el cráter de Batagay expulsa entre 4,000 y 5,000 toneladas de carbono al año, una cantidad equivalente a las emisiones anuales de hasta 2,100 hogares estadounidenses.
Además, el volumen del cráter aumenta en aproximadamente un millón de metros cúbicos cada año, lo que subraya la rapidez con la que se está degradando el permafrost.
Este fenómeno no solo es una curiosidad geológica, sino un presagio de lo que podría ocurrir en otras regiones del Ártico. Los científicos creen que estudiar el cráter de Batagay podría ofrecer pistas cruciales para entender el descongelamiento del permafrost y su impacto en el clima global.