La pesca intensiva provocó que el bacalao se encogiera a la mitad de su porte desde 1990


Análisis genómicos demuestran que la selección de ejemplares grandes ha reducido a la mitad el tamaño promedio de esta especie en 25 años, comprometiendo su recuperación.
El bacalao del Báltico oriental sufre una transformación genética alarmante: su tamaño promedio disminuyó de 40 cm en 1996 a apenas 20 cm en 2019, según un estudio publicado en Science Advances. Investigadores del Centro Geomar Helmholtz comprobaron que la pesca intensiva alteró el ADN de la población, favoreciendo a peces más pequeños y de maduración rápida.
"Es evolución acelerada por acción humana", alertó Thorsten Reusch, autor principal. El equipo analizó 152 otolitos —huesos auditivos que registran crecimiento— y descubrió que las variantes genéticas asociadas a tallas grandes se volvieron escasas tras décadas de captura selectiva. Aunque las redes respetaban tallas mínimas, los ejemplares pequeños ganaron ventaja reproductiva.
Un colapso con huella genética
El bacalao del Báltico oriental pesaba en 2019 solo 272 gramos en promedio, cinco veces menos que en 1996. La prohibición total de pesca desde 2019 no revirtió el fenómeno, lo que sugiere un cambio evolutivo profundo. "Perdimos diversidad genética que era un seguro para adaptaciones futuras", explicó Kwi Young Han, coautora, The Guardian.
Expertos independientes como Stefano Mariani (Universidad John Moores) reconocieron el hallazgo como una prueba de que la pesca remodela especies, aunque factores ambientales como la hipoxia también influyeron. El estudio urge a incluir monitoreo genético en la gestión pesquera para evitar "simplificaciones ecológicas irreversibles".