La inteligencia artificial no debe reemplazar la inteligencia humana, advierte filósofo Jocelyn Maclure
El académico de la Universidad de McGill enfatizó en Congreso Futuro 2025 la necesidad de regular la IA basándose en valores éticos que prioricen su uso como herramienta complementaria.
Jocelyn Maclure, filósofo y académico de la Universidad de McGill, subrayó durante Congreso Futuro 2025 los riesgos de depender excesivamente de la inteligencia artificial (IA).
Aseguró que, pese a su omnipresencia en la vida cotidiana y su capacidad para influir en decisiones médicas, judiciales y democráticas, la IA aún tiene limitaciones importantes que deben ser comprendidas y reguladas.
“Deberíamos averiguar cuáles son nuestros valores básicos, y estos valores deberían influir en cómo integramos la IA en nuestra vida”, afirmó Maclure. Según el filósofo, el uso de la inteligencia artificial debe enfocarse en complementar la inteligencia humana en lugar de reemplazarla.
Los riesgos de una confianza ciega
Maclure también alertó sobre los peligros de usar la IA sin un entendimiento adecuado de sus limitaciones. Entre ellos, mencionó el riesgo de sesgos en decisiones clave y la generación de contenidos inexactos por sistemas automatizados. “El contenido producido no siempre es cierto o factual”, advirtió, enfatizando que esta falta de precisión puede afectar tanto a la sociedad como a los individuos que delegan habilidades críticas en estas tecnologías.
Para Maclure, la solución radica en desarrollar una “nueva sabiduría” que permita determinar cuándo es apropiado usar la IA y cuándo no. Solo así, concluyó, será posible gestionar los riesgos y aprovechar las oportunidades que estas tecnologías ofrecen sin comprometer los valores humanos esenciales.