La influencia oculta de los padres babuinos: Cómo su presencia alarga la vida de sus hijas


Un estudio reveló que las hembras de babuino que mantuvieron una relación cercana con sus padres en la infancia vivieron hasta cuatro años más, desafiando la idea de que los machos no influyen en la supervivencia de sus crías.
En el mundo de los primates, los padres rara vez destacan por su papel en la crianza. Los babuinos machos, por ejemplo, suelen ser vistos como figuras distantes, más enfocadas en competir por parejas que en cuidar a sus crías. Sin embargo, una investigación publicada en Proceedings of the Royal Society B descubrió que incluso su participación limitada tuvo un impacto significativo en la longevidad de sus hijas.
El vínculo padre-hija que marca la diferencia
El equipo de la Universidad de Notre Dame, liderado por la profesora Elizabeth Archie, analizó datos de 216 hembras de babuino salvaje en Kenia, hijas de 102 machos distintos. Midieron la frecuencia del acicalamiento entre padres e hijas y el tiempo que pasaron juntos durante los primeros cuatro años de vida de las crías. Las hembras que convivieron más con sus padres y recibieron mayor cuidado vivieron entre dos y cuatro años más que aquellas con relaciones débiles.
Archie explicó que, aunque los babuinos machos no crían activamente a sus hijos como los humanos, su presencia podría ofrecer protección indirecta. "Los padres podrían intervenir en conflictos o disuadir agresiones con solo estar cerca", sugirió, según reportó The Guardian. Otra posibilidad es que las crías más sanas, por razones genéticas, simplemente atraigan más atención paterna.
Implicaciones evolutivas
El estudio también descartó que otros machos del grupo tuvieran el mismo efecto, lo que sugiere un vínculo único entre padres e hijas. Para Archie, esto podría reflejar una estrategia evolutiva: los machos mayores, menos competitivos en la búsqueda de parejas, invertirían en sus hijas para asegurar que sus genes perduren.
"Si una hembra vive dos o tres años más, tendrá al menos una cría adicional", señaló Archie. Este pequeño margen podría ser clave para la supervivencia genética de los padres.