La extirpación de amígdalas en la infancia podría aumentar el riesgo de trastornos relacionados con el estrés

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José Ferrada 09-12-2024

Un estudio sueco revela una asociación entre amigdalectomías tempranas y un mayor riesgo de trastorno de estrés postraumático y otros problemas psiquiátricos.


Una investigación reciente publicada en la revista JAMA Network Open sugiere que las personas que se someten a una extirpación quirúrgica de amígdalas o adenoides durante la infancia podrían tener un mayor riesgo de desarrollar trastornos relacionados con el estrés en el futuro.


El estudio, basado en datos de más de 83 mil pacientes, encontró una correlación significativa entre estas cirugías y condiciones como el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y reacciones agudas al estrés.


Riesgo incrementado y factores asociados


El estudio utilizó registros de salud de individuos nacidos entre 1981 y 2016, comparando a personas que se sometieron a estas cirugías con aquellos que no lo hicieron. Los resultados indicaron que los pacientes operados tenían un riesgo 43% mayor de desarrollar trastornos relacionados con el estrés (HR 1,43), con una cifra aún mayor para el TEPT (HR 1,55). Esta tendencia se mantuvo incluso al comparar a los pacientes con sus hermanos no operados.


Los hallazgos mostraron que el riesgo aumentaba independientemente del género, la edad de la cirugía o el nivel educativo de los padres. La relación fue más evidente cuando las intervenciones se realizaron por infecciones recurrentes de amígdalas o problemas respiratorios durante el sueño.


Implicaciones para la salud mental


Los resultados sugieren que, aunque la amigdalectomía es una cirugía común, podrían existir implicaciones psiquiátricas a largo plazo. Los expertos señalan la necesidad de considerar cuidadosamente los beneficios y riesgos de estas cirugías en niños. Además, instan a investigar cómo las infecciones recurrentes o los trastornos del sueño podrían influir en el desarrollo de problemas de salud mental.


Este estudio aporta nuevas perspectivas sobre los factores que pueden contribuir a trastornos psiquiátricos y destaca la importancia de un enfoque integral en el tratamiento de enfermedades infantiles.