La ciencia confirma: Abrazarse antes de dormir fortalece la relación y reduce el estrés

Imagen
José Ferrada 23-05-2025

Un estudio con 143 parejas reveló que el contacto físico nocturno aumenta la seguridad emocional, aunque no necesariamente mejora la calidad del sueño.


Dormir abrazados podría ser más que un gesto romántico: según una investigación publicada en el Journal of Social and Personal Relationships, este hábito reduce el estrés y fortalece los vínculos afectivos. Psicólogos de la Universidad de Auburn analizaron parejas que llevaban en promedio 13 años juntas y descubrieron que quienes iniciaban el sueño en posiciones cercanas —como entrelazados o frente a frente— reportaban mayor satisfacción emocional en su relación.


Los investigadores Josh Novak y Kaleigh Miller enfatizaron que "la cercanía física al dormir refleja una necesidad de conexión", independientemente de las preferencias individuales de postura, según reportó Science Alert. El estudio, aunque observacional, sugiere que incluso un breve contacto antes de dormir puede funcionar como regulador emocional en relaciones estables.


Beneficios que no dependen del descanso


Contrario a lo esperado, el análisis no encontró vínculo entre los abrazos nocturnos y una mejor calidad de sueño. Los expertos explicaron que mantener posiciones íntimas podría elevar la temperatura corporal o generar incomodidad, neutralizando potenciales beneficios para el descanso.


El estudio consideró variables como edad, años de convivencia y presencia de niños o mascotas, aislando el impacto específico del contacto físico. Novak aclaró que los resultados no implican causalidad, pero sí revelan un patrón consistente: las parejas que eligen proximidad al acostarse tienden a experimentar menos cortisol (hormona del estrés) y mayor oxitocina (asociada al apego).


Mientras la ciencia sigue explorando este fenómeno, los hallazgos ofrecen una estrategia simple para nutrir relaciones: invertir en gestos físicos cotidianos, incluso breves, puede ser clave para construir seguridad emocional. Como advirtieron los autores, la efectividad varía según cada persona, pero en muchos casos, "un abrazo al dormir equivale a una declaración silenciosa de pertenencia".