La ciencia como motor de desarrollo: Chile avanza con nuevos fondos e iniciativas
El Ministerio de Ciencia impulsa la democratización y descentralización de la investigación en Chile, en un esfuerzo por aumentar la inversión y fomentar el desarrollo basado en conocimiento.
Hoy en día, hablar de desarrollo sin referirse a la ciencia y la tecnología es prácticamente imposible. Estos campos están profundamente ligados a la evolución de la humanidad y sus avances se reflejan no solo en el ámbito tecnológico, sino también en la salud, la economía y el bienestar social.
Ejemplos como los avances en tratamientos médicos o la optimización de la producción de litio en el norte del país demuestran el impacto de la ciencia a diversas escalas.
En Chile, uno de los principales retos para la investigación científica es la baja inversión. Mientras que los países de la OCDE destinan en promedio el 2,95% de su PIB a ciencia y educación, Chile solo alcanza un 0,39%, con promesas de llegar al 1% al finalizar el mandato del presidente Gabriel Boric.
Para revertir esta tendencia, el Ministerio de Ciencia ha lanzado el Fondo de Investigación para Universidades, un mecanismo que busca fomentar proyectos a largo plazo, descentralizar el acceso a recursos y hacer de la ciencia una actividad permanente.
El nuevo fondo rompe con la lógica actual de financiamiento basada exclusivamente en proyectos concursables. Esto permitirá abordar problemas más complejos desde una perspectiva multidisciplinaria y con un enfoque territorial más equitativo.
En palabras del ministerio, la ciencia y la tecnología no pueden tratarse como proyectos temporales, sino como capacidades estructurales que deben desarrollarse de manera continua.
A esta estrategia se suman iniciativas de divulgación, como la Semana de la Ciencia, que se celebrará del 3 al 6 de octubre con más de 200 actividades en todo el país.
Desde experimentos en campos magnéticos hasta un show lumínico en el Estrecho de Magallanes, el objetivo es acercar el conocimiento científico a la ciudadanía y fomentar la apropiación de este saber. Así, Chile busca cimentar su futuro en un modelo de desarrollo basado en el conocimiento y no en la mera explotación de recursos naturales.