Kristine Tompkins alerta sobre el impacto del cambio climático y la necesidad de reconectar con la naturaleza

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José Ferrada 04-12-2024

La conservacionista reflexiona sobre los desafíos iniciales de su proyecto en Chile, los efectos del cambio climático y el papel de la humanidad en preservar el entorno natural.


La reconocida ambientalista Kristine Tompkins, figura clave en la conservación de la biodiversidad en América Latina, destacó en conversación con Futuro 360 los retos y aprendizajes que marcaron su labor en Chile.


Junto a su esposo, Douglas Tompkins, emprendió en los años 90 un ambicioso proyecto para proteger vastas extensiones de tierra en el sur de nuestro país, enfrentando inicialmente la desconfianza de las comunidades locales y las dificultades de un entorno aislado.

“Lo que hacíamos en ese momento era visto como algo fuera de lo común, y en ausencia de comprensión, es fácil generar sospechas”, recordó Tompkins sobre las críticas y teorías conspirativas que surgieron respecto a sus adquisiciones de tierra para la conservación.


Con el tiempo, este enfoque pionero ayudó a transformar la percepción social, promoviendo una mayor conciencia ambiental y alentando a otros propietarios a optar por la protección de sus territorios.


El cambio climático y el choque cultural


Para Tompkins, el cambio climático no es solo una crisis ambiental, sino un problema de dignidad humana. “No hay elección; el cambio climático es real y está sucediendo”, afirmó, subrayando que las migraciones masivas y otros efectos devastadores ya son una realidad. Sin embargo, destacó que el mayor desafío radica en cambiar las prácticas culturales profundamente arraigadas que priorizan la producción y el consumo sobre la conservación.


“Hay una presión natural entre la producción, la extracción y la conservación de los recursos naturales”, explicó, apuntando a la necesidad de reconfigurar nuestra relación con el entorno para asegurar un futuro sostenible.


Pesimismo que impulsa acción


A pesar de su visión crítica sobre el futuro cercano, Tompkins se mantiene activa en su lucha por preservar lo que queda. “No estoy motivada por el optimismo; estoy motivada por mi personal pesimismo. Incluso si piensas que tu barco está hundiéndose, sigues intentando preservar lo que puedes”, reflexionó.


Para Tompkins, experiencias transformadoras, como una reciente caminata en la Patagonia, refuerzan la importancia de proteger la naturaleza. “Es ahí donde nos recordamos lo diminutos que somos en el esquema de las cosas”, concluyó, enfatizando que la humildad y la gratitud deben ser parte esencial de nuestra relación con el planeta.