Ketamina en vuelo de la FACh: Los riesgos de la droga incautada por las autoridades


La sustancia, hallada en un avión militar, es un potente anestésico con efectos alucinógenos y uso en drogas sintéticas como el "tussi". Expertos advierten su peligro como sustancia de sumisión y sus graves daños a la salud.
Un hallazgo alarmante sacudió a las autoridades chilenas el pasado sábado: 4 kilogramos de ketamina fueron incautados en un vuelo institucional de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) con destino a Santiago. La droga, vinculada a redes criminales como el Tren de Aragua, encendió las alertas por su creciente presencia en el mercado ilícito y sus graves efectos en la salud.
La ketamina es un anestésico de uso veterinario y humano, pero su consumo recreativo se asocia a efectos psicodélicos y disociativos. Según Fernando Torres, toxicólogo y director de la Escuela de Química y Farmacia de la UNAB, la droga altera neurotransmisores clave como la dopamina y la serotonina, lo que genera desde euforia hasta alucinaciones severas.
Una droga versátil y peligrosa
La ketamina se administra de múltiples formas —inyección, inhalación o ingestión oral—, pero la vía intravenosa es la más potente, con efectos que pueden durar hasta tres horas. "En dosis bajas causa náuseas, visión borrosa y sedación; en cantidades altas, provoca paranoia, amnesia e incluso la muerte por fallo cardiovascular", explicó Torres.
Uno de los riesgos más graves es su uso como droga de sumisión, ya que mezclada con alcohol puede dejar a la víctima inconsciente y vulnerable a ataques sexuales o robos. Además, la ketamina es un componente clave en drogas sintéticas como el "tussi" o "cocaína rosada", lo que aumenta su demanda en el mercado negro.
El decomiso en el avión militar no solo revela la infiltración de organizaciones criminales en instituciones públicas, sino también los riesgos crecientes de una droga cuyos efectos pueden ser letales. Autoridades sanitarias y de seguridad ya alertaron sobre su circulación en Chile, donde su uso recreativo gana terreno entre jóvenes.
Mientras las investigaciones intentan esclarecer el origen del cargamento, expertos insisten en fortalecer los controles y educar sobre los peligros de una sustancia que, pese a sus usos médicos, es una amenaza en manos del narcotráfico.