Inyecciones para perder peso ayudaron a niños con obesidad severa y redujeron conflictos familiares, según estudio

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José Ferrada 13-05-2025

Investigación sueca mostró que fármacos como liraglutida, combinados con cambios de estilo de vida, mejoraron la salud en 30% de los casos pediátricos evaluados.


Las inyecciones de liraglutida (Saxenda) demostraron ser efectivas en el tratamiento de obesidad severa en niños, según un estudio presentado en el Congreso Europeo sobre Obesidad. El análisis de 1,000 menores de 16 años en Suecia reveló que 30% de los tratados con este agonista GLP-1 lograron una pérdida de peso clínicamente significativa, superando el 27% de quienes solo recibieron terapia conductual.


Menos hambre, menos tensiones


Además de reducir el IMC, las familias reportaron menos conflictos durante las comidas y mayor adherencia a hábitos saludables. "Para muchos niños, no sentir hambre constante fue una experiencia transformadora", explicó la Dra. Annika Janson del Hospital Karolinska. El NHS de Inglaterra complementa estos tratamientos con básculas inteligentes que monitorean el peso remotamente, ya implementadas en 15 clínicas pediátricas.


Aunque los resultados con semaglutida (Wegovy) aún no están disponibles, los expertos destacaron que estos fármacos deberían ampliar su acceso para población pediátrica con obesidad grave. "No son una solución mágica, pero marcan una diferencia crucial donde otros métodos fallan", concluyó Janson, según reportó The Guardian.


El estudio refuerza el potencial de los agonistas GLP-1 como herramienta complementaria en el manejo multifactorial de la obesidad infantil.