Investigadores chilenos exploran la relación entre insectos y hongos que amenazan los bosques nativos
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Un equipo científico analiza cómo los escarabajos de ambrosía y los hongos asociados están deteriorando especies clave como la lenga y el coihue en el sur de Chile.
Un equipo de científicos chilenos liderado por el Dr. Paul Amouroux, de la Universidad Mayor, investiga la relación entre los escarabajos de ambrosía del género Gnathotrupes y los hongos que transportan, un vínculo que podría explicar el deterioro de los bosques nativos de Nothofagus.
Este proyecto, que incluye a Consuelo Olivares, investigadora del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio), y a Marlene Manzano, del Centro GEMA, busca entender cómo estas especies impactan en la salud de los árboles.
Tres etapas para entender una relación compleja
El estudio contempla la recolección de muestras en tres regiones clave: Ñuble, Los Ríos y Aysén, las más afectadas por esta problemática. Durante la primera etapa, los investigadores recopilan especímenes de árboles infectados. Luego, en una segunda fase, aíslan y caracterizan los insectos y hongos asociados. Finalmente, analizan si los hongos son capaces de causar daño en los árboles.
“La metagenómica será crucial, ya que permitirá identificar hongos que no pueden cultivarse en laboratorio y podrían no haber sido descritos antes”, explica Consuelo Olivares. Según la experta, el cambio climático y el desequilibrio ecológico podrían estar detrás del aumento de las infecciones.
El trabajo en terreno se extenderá hasta marzo de 2025 y promete generar información valiosa para gestionar mejor las plagas forestales y preservar especies emblemáticas como la lenga y el coihue. “Comprender cómo interactúan insectos y hongos es esencial para proteger los bosques nativos y mantener la biodiversidad”, concluye Olivares.