Infecciones de hongos resistentes: La amenaza silenciosa que ya afecta a personas sanas


Expertos alertan sobre el aumento de casos graves por hongos patógenos, con tratamientos limitados y diagnósticos tardíos que ponen en riesgo incluso a pacientes sin problemas inmunológicos.
(CNN) - Torrence Irvin, un residente de California, nunca imaginó que trabajar en su jardín lo llevaría al borde de la muerte. Contrajo fiebre del valle, una infección causada por el hongo Coccidioides, que lo dejó con graves secuelas pulmonares y un 50% menos de su peso original. Su caso refleja una tendencia creciente: las infecciones fúngicas invasivas ya no son exclusivas de personas con sistemas inmunes débiles.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos patógenos causan cerca de 3.8 millones de muertes anuales, superando en letalidad a la malaria o la tuberculosis. Sin embargo, solo existen 17 antifúngicos aprobados, muchos con efectos secundarios severos. "Es una crisis subestimada", advirtió George Thompson, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de California, Davis.
Un enemigo en expansión
La OMS identificó 19 hongos como amenazas prioritarias, incluidos Candida auris —resistente a múltiples fármacos— y Aspergillus fumigatus, que ataca los pulmones. El cambio climático empeoró el problema: sequías, tormentas de polvo e incendios facilitaron la dispersión de esporas. En EE.UU., los casos de fiebre del valle podrían aumentar un 50% para 2100.
Rob Purdie, otro paciente de California, desarrolló meningitis fúngica tras inhalar esporas mientras podaba su jardín. Requirió inyecciones intracraneales de un medicamento tóxico. "Nadie me advirtió que esto podía pasar", dijo.
Diagnósticos tardíos y tratamientos limitados
La falta de pruebas rápidas y la similitud de síntomas con otras enfermedades retrasan el diagnóstico. Irvin solo mejoró tras ingresar a un ensayo clínico con olorofim, un fármaco experimental. "Esto le puede pasar a cualquiera", insistió.
Mientras la comunidad médica urge a desarrollar nuevos antifúngicos, casos como el de Irvin y Purdie exponen una realidad alarmante: los hongos resistentes ya son un peligro para la población general.