Indonesia, México y Filipinas lideran el florecimiento humano global, revela estudio histórico

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José Ferrada 30-04-2025

Una investigación con 207,000 participantes en 22 países muestra que el bienestar integral va más allá de la felicidad, con sorprendentes resultados que colocan a naciones en desarrollo en los primeros puestos.


(CNN) - El primer Estudio Global del Florecimiento, realizado por Harvard y Baylor University con Gallup, reveló que los países más prósperos no siempre lideran en bienestar integral. Indonesia, México y Filipinas encabezaron el ranking que mide seis dimensiones: felicidad, salud, propósito vital, relaciones, carácter y seguridad económica. El informe siguió a participantes en seis continentes durante cinco años, representando al 64% de la población mundial.


La paradoja del desarrollo


Mientras Suecia y EE.UU. dominan en felicidad, quedaron en posiciones intermedias en florecimiento. "Países con menor PIB muestran mayor sentido de propósito y conexión social", explicó el Dr. Tyler VanderWeele de Harvard. Nigeria (5°) y Tanzania destacaron en cohesión comunitaria, contrastando con naciones ricas donde los jóvenes reportaron los niveles más bajos de bienestar integral.


El Dr. Felix Cheung de la Universidad de Toronto vinculó esta crisis juvenil a entornos educativos hipercompetitivos y menor movilidad social. "En Polonia los jóvenes florecen más, pero globalmente hay una alerta generacional", advirtió.


Claves para una vida plena


El estudio identificó hábitos transformadores: comidas compartidas, voluntariado y participación religiosa o cívica mejoraron significativamente los puntajes. Una participante descubrió falta de propósito al responder el cuestionario y lo cambió haciendo trabajo comunitario.


"El florecimiento no requiere riqueza, pero sí estructuras sociales que promuevan conexión", concluyó Cheung. Los investigadores continuarán analizando cómo conflictos y crisis afectan estas variables, buscando soluciones sistémicas para el bienestar colectivo. Los resultados desafían las métricas tradicionales de progreso y ofrecen una nueva brújula para evaluar lo que realmente hace que la vida valga la pena.