Incendio devasta Creta: Más de 1.500 evacuados en medio de ola de calor extrema


Las llamas, avivadas por vientos de 80 km/h, arrasaron zonas turísticas y obligaron a desplegar helicópteros y cientos de bomberos.
(CNN) - Un incendio forestal sin control arrasó la costa sureste de Creta, la isla más poblada de Grecia, y desencadenó evacuaciones masivas mientras equipos de emergencia luchaban contra las llamas. El fuego, que comenzó el miércoles cerca de Ierapetra, se expandió rápidamente debido a vientos huracanados de 80 km/h y temperaturas 5°C superiores a lo normal, amenazando viviendas y complejos turísticos.
Emergencia en expansión
Las autoridades griegas movilizaron a 230 bomberos, 46 vehículos y 10 helicópteros, pero las condiciones extremas generaron nuevos focos activos. "El viento convierte cada chispa en una amenaza inmediata", explicó Vasilios Vathrakoyannis, portavoz de bomberos. Más de 1.500 personas evacuaron cuatro localidades, refugiándose en un polideportivo habilitado en Ierapetra. La guardia costera y equipos médicos se desplegaron como apoyo.
El incendio coincidió con una ola de calor extrema que afectó a Europa, donde Turquía, España y Francia también reportaron siniestros. En Hatay y Manisa (Turquía), las llamas destruyeron 200 viviendas, mientras en España dos personas murieron. Expertos vinculan la intensificación de estos eventos con el cambio climático: "El calor y la sequía crean el escenario perfecto para incendios devastadores", señaló Vathrakoyannis.
Creta, destino turístico clave, enfrenta ahora daños materiales y la interrupción de su temporada alta. Aunque no se reportaron víctimas, las imágenes de columnas de humo sobre playas y montañas alertaron a las autoridades sobre el riesgo de propagación hacia áreas más pobladas.
La temporada de incendios en Grecia, que suele intensificarse en julio, empeoró este año por condiciones meteorológicas extremas. Las previsiones indican que los vientos persistirán, complicando las labores de extinción. Mientras, los evacuados aguardan noticias sobre sus hogares, en un verano donde el Mediterráneo vuelve a ser epicentro de la crisis climática.