Greenpeace propone impuesto global a petroleras para financiar desastres climáticos
La iniciativa busca recaudar miles de millones de dólares para el fondo de pérdidas y daños de la ONU, financiando a países afectados por el cambio climático.
En el marco de la COP29 en Bakú, Greenpeace presentó una propuesta para implementar un impuesto global a grandes compañías de petróleo y gas, con el fin de financiar los costos crecientes de desastres climáticos extremos.
La medida apunta a gravar inicialmente con 5 dólares por tonelada de CO2 emitida, aumentando gradualmente hacia 2030, y estima recaudar 900.000 millones de dólares en los países de la OCDE.
Justicia climática y financiamiento
Según David Hillman, director de Stamp Out Poverty, coautora de la propuesta, las ganancias extraordinarias de estas industrias contrastan con los daños desproporcionados que sufren las comunidades más vulnerables. El impuesto, además, financiaría la transición hacia energías limpias y empleos sostenibles.
La medida podría multiplicar el Fondo de Respuesta a Pérdidas y Daños de Naciones Unidas, que actualmente cuenta con 702 millones de dólares. Solo aplicando la tasa inicial a siete grandes empresas petroleras y gasísticas, se recaudarían más de 15.000 millones de dólares en un año, superando por 21 veces los compromisos actuales.
Impactos y costos de la crisis climática
Eventos como huracanes, tifones y olas de calor en países como Brasil, Kenia, India y Tanzania han generado costos financieros que alcanzan los 64.600 millones de dólares este año. Greenpeace argumenta que las petroleras, que ganaron 150.000 millones de dólares en 2023, deberían asumir estos costos.
“Es una cuestión de justicia climática trasladar la carga financiera de las víctimas a los contaminadores responsables”, concluyó Abdoulaye Diallo, responsable de Greenpeace. La propuesta será debatida en los próximos días en la conferencia climática.