Suiza autorizó el uso de Sarco, una cápsula de suicido asistido impresa en 3D

Isabel Hodge 09-12-2021
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El futurista sarcófago produce la muerte por hipoxia e hipocapnia en un tiempo entre 5 a 10 minutos, sin ningún tipo de sufrimiento. Estaría lista para comenzar a funcionar en Suiza en 2022.


Con un diseño sacado directamente de la ciencia ficción y que recuerda a la película Pasajeros de Morten Tyldum, el australiano y “gurú” de la eutanasia, Philip Nitschke, es el fundador de Exit International y creador de un futurista ataúd.

Se trata de Sarco, una cápsula impresa en 3D diseñada para facilitar la muerte de cualquier persona con tan solo apretar un botón. Una vez activado, el mecanismo inunda el interior con nitrógeno.

De esa forma, el nivel de oxígeno se reduce rápidamente del 21% al 1%, un proceso que dura unos 30 segundos. La persona se sentiría un poco desorientada y posiblemente un poco eufórica antes de perder el conocimiento y fallecer a los 5 o 10 minutos.

Con esto, la muerte será producida por hipoxia e hipocapnia, privación de oxígeno y dióxido de carbono, respectivamente.

Según detalla Swiss info, al poseer una inclinación de 45º, el aparato garantiza una mejor comodidad al usuario, quien puede elegir dónde instalar la cápsula.

Ya existen dos prototipos de Sarco -el primero en el Museo de Cultura Sepulcral en Alemania y el segundo solo quedó en un prototipo porque no resultó estéticamente agradable-. El último se encuentra imprimiendo en los Países Bajos y estaría listo para comenzar a funcionar en Suiza para 2022.

En este territorio, la eutanasia y el suicidio asistido es legal, y el gobierno autorizó y legalizó el uso de Sarco el pasado martes 7 de diciembre.

La cápsula dista de un suicidio asistido, ya que ello incluiría que un médico recete un medicamento para tomar, además de realizar una evaluación psiquiátrica para confirmar su capacidad mental. Con Sarco pretenden eliminar este tipo de evaluación y permitir a la persona decidir por sí misma.

Nuestro objetivo es desarrollar un sistema de detección de inteligencia artificial que determine la capacidad mental de la persona. Naturalmente, hay mucho escepticismo, especialmente por parte de los psiquiatras. Pero nuestra idea conceptual original es que la persona haga una prueba en línea y reciba un código para acceder al Sarco”, dijo Nitschke.