EVA, la robot que sonríe de vuelta cuando un humano lo hace
Un grupo de expertos en robótica de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, decidió crear a esta autómata de rostro suave y expresivo que tiene la capacidad de coincidir sus expresiones con la de las personas cercanas.
Películas como Ex machina nos han mostrado a los robots como seres expresivos facialmente. Sin embargo, esto dista de la realidad, ya que la mayoría de estos seres de metal todavía lucen el rostro en blanco y estático, sin la emocionalidad propia de las personas.
Partiendo desde esta premisa, un grupo de ingenieros de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, decidió crear a EVA, una robot autónoma con un rostro suave y expresivo que tiene la capacidad de coincidir sus expresiones con la de los humanos cercanos.
“La idea de EVA tomó forma hace unos años, cuando mis estudiantes y yo comenzamos a notar que los robots en nuestro laboratorio nos miraban a través de ojos plásticos y saltones“, sostuvo Hod Lipson, director del Laboratorio de Máquinas Creativas de la universidad.
La nuevo robot es fruto de un trabajo de cinco años. Crear el rostro robótico ha sido un especial desafío para los ingenieros, especialmente por los materiales que son utilizados, incluyendo el metal o el plástico duro, los cuales son muy rígidos para simular el movimiento facial humano.
Por esta razón, el equipo estadounidense decidió fabricar “músculos” artificiales, formados por cables y motores que tiran de puntos específicos en EVA, en un intento por imitar los movimientos de los más de 42 pequeños músculos que tiene el rostro de un ser humano.
“El mayor desafío fue diseñar un sistema que fuera compacto como para caber dentro de un cráneo humano y, al mismo tiempo, lo suficientemente funcional como para producir una amplia gama de expresiones faciales“, manifestó en un comunicado Zanwar Faraj, uno de los ingenieros.
El equipo usó la impresión en 3D para crear la mayoría de las piezas de EVA. La robot es capaz de expresar las seis emociones básicas: ira, disgusto, miedo, alegría, tristeza y sorpresa, además de una serie de emociones más específicas y mezcladas.