Crean la antena más diminuta del mundo a partir de la estructura del ADN

Constanza Cabrera 10-01-2022
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El dispositivo promete ayudar a los científicos a comprender mejor las nanotecnologías naturales y diseñadas por humanos, e identificar nuevos medicamentos.


Un grupo de investigadores de la Universidad de Montréal crearon una nanoantena para monitorear los movimientos de las proteínas.

El  dispositivo es un nuevo método para monitorear el cambio estructural de las proteínas a lo largo plazo y así ayudar a los científicos a comprender mejor las nanotecnologías naturales.

“Inspirándonos en las propiedades ‘similares a Lego’ del ADN, con bloques de construcción que suelen ser 20.000 veces más pequeños que un cabello humano, hemos creado una nanoantena fluorescente basada en ADN, que puede ayudar a caracterizar la función de las proteínas“, explicó el profesor de química y autor principal del estudio, Alexis Vallée-Bélisle en un comunicado.

Hace más de 40 años, los investigadores inventaron el primer sintetizador de ADN para crear moléculas que codifican información genética, pero en los últimos años los químicos han descubierto que el ADN también se puede emplear para construir una variedad de nanoestructuras y nanomáquinas

¿Cómo funciona?

Al igual que una radio de dos vías que puede recibir y transmitir ondas de radio, la nanoantena fluorescente recibe luz en un color o longitud de onda, y dependiendo del movimiento de la proteína que detecta, luego transmite la luz en otro color, que se puede detectar.

“Las nanoantenas basadas en ADN se pueden sintetizar con diferentes longitudes y flexibilidades para optimizar su función (…). Al ajustar cuidadosamente el diseño de la nanoantena, hemos creado una antena de cinco nanómetros de largo que produce una señal distinta cuando la proteína está realizando su función biológica”, dijo Scott Harroun, estudiante de doctorado y coautor del estudio.

Un avance principal que permiten estas nanoantenas es también su facilidad de uso, dijeron los científicos.

“Quizás lo que más nos emociona es darnos cuenta de que muchos laboratorios de todo el mundo, equipados con un espectrofluorómetro convencional, podrían emplear fácilmente estas nanoantenas para estudiar su proteína favorita”, enfatizó Vallée-Bélisle.

Los hallazgos fueron publicados en la revista Nature Methods.

Constanza Cabrera