Niños que viven en casas donde se fuma cannabis muestran componentes de la sustancia en su orina, advierte estudio
Una investigación revela que el 69% de los niños en hogares donde se consume cannabis tienen biomarcadores de la sustancia en su orina, lo que plantea riesgos para su salud.
Un estudio de la Universidad de California en San Diego (UC San Diego) encontró que los niños que viven en hogares donde se fuma cannabis tienen más probabilidades de presentar biomarcadores de esta sustancia en la orina, lo que sugiere una exposición a sustancias tóxicas y cancerígenas. La investigación, publicada en la revista JAMA Network Open, analizó datos de 275 hogares con al menos un fumador adulto y un niño menor de 14 años.
Exposición infantil al humo de cannabis
El estudio reveló que en el 69% de los hogares donde se reportó consumo de cannabis en interiores, al menos un niño tenía biomarcadores de cannabis en su orina. En contraste, solo el 24% de los niños en hogares sin consumo de cannabis presentó estos biomarcadores. John Bellettiere, epidemiólogo de UC San Diego, explicó que “el humo de cannabis contiene carcinógenos, irritantes respiratorios y otras sustancias químicas dañinas”, lo que representa un riesgo para la salud infantil.
Los niños pequeños pasan la mayor parte de su tiempo en casa, lo que aumenta su exposición al humo de cannabis. Osika Tripathi, coautora del estudio, destacó que “reducir el consumo de cannabis en interiores podría disminuir significativamente la exposición de los niños a sustancias tóxicas”.
Limitaciones y necesidad de más investigación
El estudio enfrentó algunas limitaciones, como el subreporte del consumo de cannabis debido a su ilegalidad recreativa en California durante el periodo analizado. Además, la investigación se centró principalmente en el consumo de tabaco, por lo que los datos sobre cannabis son secundarios. La muestra incluyó principalmente hogares de bajos ingresos inscritos en el programa WIC, lo que limita la generalización de los resultados.
A pesar de estas limitaciones, los investigadores subrayan la importancia de seguir estudiando los efectos del humo de cannabis en la salud infantil. “La investigación sobre el cannabis tiene un retraso de 50 años en comparación con la del tabaco”, señaló Bellettiere. “Adoptar estrategias de control similares a las del tabaco, como leyes de espacios libres de humo, podría proteger la salud infantil”, agregó, según reportó ScienceAlert.
El próximo paso es determinar los riesgos a largo plazo de la exposición al humo de cannabis, especialmente en un momento clave del desarrollo infantil. Este estudio resalta la necesidad de políticas públicas que protejan a los niños de la exposición a sustancias tóxicas en sus hogares.